La metodología en investigación es el nacimiento de las ciencias sociales y políticas. A través de su correcta aplicación, es posible comprender fenómenos complejos, proponer soluciones y generar un impacto significativo en las comunidades. Sin embargo, en América Latina, la enseñanza de esta disciplina enfrenta retos importantes: en muchas universidades, la metodología se percibe como una asignatura abstracta y poco útil.
Esto ha llevado a que los estudiantes carezcan de una guía clara para estructurar investigaciones que respondan a problemas reales y apremiantes de la región.
Durante el IV Congreso Ecuatoriano de Ciencia Política, organizado por la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), Santiago Basabe Serrano, director de la Asociación Ecuatoriana de Ciencia Política (AECIP), abordó esta problemática en una conferencia que no dejó indiferente a la audiencia.
Según Basabe, la investigación en América Latina tiende a centrarse en temas tradicionales como partidos políticos o procesos electorales, con enfoques que a menudo parecen más pertinentes para contextos nórdicos que para los nuestros. Problemas críticos como la corrupción, la inseguridad y la desigualdad económica quedan relegados, a pesar de ser preocupaciones cotidianas en países como Ecuador.
“Los congresos de Ciencia Política se sienten desconectados muchas veces de nuestra realidad. Se habla de temas que, aunque importantes, no son prioritarios para la región. Esto genera una desconexión entre la academia y la sociedad, que ve a los politólogos como actores irrelevantes en la solución de problemas fundamentales”, comentó Basabe. Esta desconexión, explicó, deriva de un "endogenismo académico", donde los investigadores limitan sus análisis al contexto nacional sin considerar experiencias y aprendizajes de otros países.
Frente a este panorama, el director de la AECIP propuso varias líneas de acción. Primero, replantear las agendas de investigación y priorizar temas con alta pertinencia social. Segundo, fomentar el acceso a la literatura académica global y regional, mediante la ruptura de las barreras económicas y culturales que limitan el intercambio de conocimiento. Tercero, incentivar la participación activa en congresos y seminarios internacionales, a través de la promoción de una ciencia política latinoamericana más integrada y global.
La conferencia también sirvió como un llamado a los estudiantes y jóvenes investigadores para que sean críticos con las metodologías que aprenden y las enfoquen hacia problemas locales y globales. Al estar presentes en un mundo cada vez más interconectado, la ciencia política latinoamericana debe ser capaz de dialogar con otras disciplinas y contextos, mediante el aporte de perspectivas frescas y soluciones innovadoras.
Por su parte, Israel Celi, director de la Maestría en Derecho Constitucional de la UTPL, destacó la importancia de este evento al señalar que, por primera vez, el Congreso se realiza fuera de Quito, lo que representa un paso significativo para democratizar el acceso a espacios académicos de alto nivel y permite que provincias como Loja se conviertan en epicentros del debate político y científico.
“La universidad presentó un destacado eje temático: violencia política, crimen organizado y capacidad estatal, lo que la posicionó como la sede ideal para este importante evento. Cada ponencia es impartida por reconocidos politólogos, muchos de ellos son los más citados en sus respectivos países”, agregó el director.
Con iniciativas como el Congreso de Ciencia Política, la UTPL busca la formación de profesionales que logren generar un impacto significativo en la sociedad. Su apuesta por el debate académico y la inclusión de estudiantes en estas discusiones refleja su compromiso con una educación de calidad, orientada a enfrentar los desafíos del siglo XXI.
Finalmente, el evento fue un recordatorio de que la ciencia política, cuando se conecta con los problemas reales de la sociedad, tiene el poder de transformar realidades.
0180045678