La educación socioemocional se ha convertido en un pilar esencial para el desarrollo integral de individuos y sociedades en el siglo XXI. En Ecuador, la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) ha dado un paso adelante al incorporar esta materia en su carrera de Pedagogía en Ciencias Sociales y Humanidades; de este modo, busca no solo formar profesionales competentes, sino ciudadanos comprometidos con el bienestar común.

¿Qué es la educación socioemocional y por qué es importante?

La educación socioemocional es un enfoque educativo que promueve el desarrollo de competencias emocionales y sociales en los estudiantes para que gestionen sus emociones, establezcan relaciones saludables y tomen decisiones éticas y responsables. En un mundo cada vez más complejo y dinámico, donde las competencias técnicas son altamente valoradas, la educación socioemocional subraya la importancia de cultivar el bienestar emocional y social como una parte integral de la formación personal y profesional.

Miury Placencia Tapia, directora de la carrera de Religión en la UTPL, explica:

“La educación socioemocional es importante porque no solo prepara a los estudiantes para ser exitosos en sus carreras, sino que los capacita para ser individuos empáticos, resilientes y éticos. Esto es fundamental para el desarrollo de una sociedad más justa y equitativa”.

Los docentes que se están formando en Ciencias Sociales y Humanidades con un enfoque en educación socioemocional están mejor preparados para enfrentar los desafíos de la enseñanza en el siglo XXI. Estos educadores, además de transmitir conocimientos, actuarán como guías en el desarrollo emocional y social de sus alumnos. Esto es especialmente relevante en un entorno donde los problemas de salud mental, la violencia escolar y las desigualdades sociales están en aumento.

Los padres, por su parte, se benefician al ver cómo sus hijos se desarrollan en un ambiente educativo que prioriza el bienestar emocional y social. La educación socioemocional fomenta un entorno donde los estudiantes se sienten comprendidos, apoyados y motivados a aprender. Los padres, a su vez, notan cambios positivos en la forma en que sus hijos manejan el estrés, interactúan con sus compañeros y se desenvuelven en diferentes situaciones sociales.

Además, este enfoque no solo beneficia a los estudiantes y sus familias, sino que tiene un impacto significativo en la comunidad en general. Un estudiante que ha sido formado en un ambiente socioemocionalmente enriquecido es más probable que se convierta en un ciudadano comprometido, empático y activo en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

A nivel nacional, se han hecho esfuerzos para incorporar aspectos socioemocionales en los currículos escolares, pero todavía queda un largo camino por recorrer para que esta formación sea accesible para todos los estudiantes. En este contexto, la UTPL ha tomado la iniciativa de contribuir a este cambio al integrar la educación socioemocional como un componente central en sus programas académicos.

Según Placencia, esta iniciativa es una respuesta a la necesidad de formar individuos que puedan enfrentar los retos del mundo moderno con una visión integral.

“No podemos formar profesionales solo desde lo técnico. Necesitamos personas que sepan quiénes son, que puedan manejar sus emociones y que estén dispuestas a trabajar por el bien común. La educación socioemocional es clave para lograr esto”.

El interés de la UTPL por este tipo de educación refleja su compromiso con la formación de individuos que contribuyan al desarrollo de una sociedad justa y equitativa.

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