La gestión adecuada de los recursos humanos, técnicos, tecnológicos y económicos en el sistema sanitario es uno de los desafíos que pese a haber existido siempre, se han puesto en mayor evidencia durante la pandemia por covid-19. Es que no solo se trata de administrarlos sino de asegurar su accesibilidad a las poblaciones menos atendidas, apuntando, además a generar una interacción entre las redes de salud pública y privada. Es más existen especialistas en garantizar la calidad de la atención en salud y validar el cumplimiento de los procesos técnicos y normativos que implica esta labor.

La Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), respondiendo a las necesidades profesionales de Ecuador ha incorporado en su oferta académica la Maestría en Gestión de la Calidad y Auditoría en Salud, cuyo objetivo es formar gestores expertos en la identificación, construcción y análisis de información relevante en las instituciones prestadoras de servicios médicos.

Entre las instituciones que brindan servicios médicos no solo están las clínicas, hospitales y centros de salud, sino también aseguradores o financiadores en materia de salud y subsistemas como los de la Seguridad Social y la Red Complementaria.

Quienes apuesten por especializarse en esta área, a decir de Mónica Moncayo Robles, docente de la maestría de Gestión de la Calidad y Auditoría en Salud, pasarán a ser “partícipes activos de la gestión de procesos". La docente indica que este cambio los convierte en el brazo ejecutor de la alta dirección estratégica de las instituciones y compañías prestadoras de salud, pues en sus manos estará alinear la calidad del servicio que se brinda, asegurar el empleo racional de los recursos, de las tecnologías sanitarias y vigilar el cumplimiento de las normativas que establecen los organismos de control. 

Los escenarios actuales y los retos futuros a los que estará abocado el sector de la salud demuestran la interdependencia que existe entre la salud y la economía pues es claro que los individuos más pobres tienen una mala calidad de vida y por ende, peores condiciones de salud. “Esta condición de ‘enfermedad’ determina que ellos tengan menos opción de empleo, reciban menos ingresos, y se conviertan en permanentes consumidores de la salud pública”, señala Mónica Moncayo.

La Economía de la Salud aporta de manera significativa a la estructuración, construcción y análisis de datos del sector salud, vinculando datos del sistema nacional con experiencias internacionales y también con la ejecución de evaluaciones económicas respecto a las acciones desarrolladas en diversas líneas de trabajo del sector sanitario. Entre estas constan espacios de promoción, prevención, curación y rehabilitación. Todos los análisis no se limitan a un enfoque técnico, médico y económico, sino que también se centran en aspectos como la calidad del servicio y la eficacia, efectividad y eficiencia del servicio sanitario de manera integral.