En el mundo actual, el aprendizaje se ha consolidado como una necesidad urgente y primordial para la superación personal y el fortalecimiento del liderazgo profesional en cualquier momento de la vida. Aunque la educación se asocia tradicionalmente a los años formativos de la juventud, cada vez más adultos descubren las innumerables razones para estudiar y profesionalizarse después de los 30 años. En el sur, la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) ofrece una variedad de alternativas de formación para las personas en sus diferentes carreras y modalidades.

Más allá de las dificultades para estudiar a lo largo de la vida, la mayoría de personas mayores a 30 años buscan involucrarse en la formación académica, sea culminando el bachillerato, ingresando a la universidad, optando por un estudio de cuarto nivel o adquiriendo habilidades específicas a través de cursos, talleres, seminarios y capacitaciones, puesto que esta es la edad donde aparece con más urgencia la necesidad de estudiar para acceder a mejores oportunidades laborales.

Hay profesionales que optan por cambios de carrera o actualizaciones de sus conocimientos, pues han palpado que su capacitación no es suficiente. En esta era digital y tecnológica, las capacidades y conocimientos necesitan alinearse a las últimas tendencias y herramientas tecnológicas; para ello, los cursos cortos, talleres y otras capacitaciones continuas son fundamentales, ya que facilitan la actualización.

Otra razón por la que las personas adultas deciden estudiar después de los 30 años es porque a esa edad tienen una base financiera más estable que les permite invertir en su educación, sin las presiones económicas que enfrentan muchos estudiantes más jóvenes. A esta edad, asimismo, las personas toman conciencia que continuar especializándose es una inversión que traerá réditos económicos y estabilidad laboral.

Ventajas de estudiar después de los 30

• Experiencia y madurez: los adultos que estudian después de los 30 años portan una valiosa experiencia de vida y laboral que enriquece el aprendizaje en el aula. Su capacidad para relacionar teorías con experiencias prácticas puede enriquecer las discusiones académicas y ofrecer perspectivas únicas.

• Redes de contactos ampliadas: a través de programas educativos, los adultos pueden construir redes profesionales valiosas que abren nuevas oportunidades de carrera y colaboración en el futuro.

• Autoconfianza y realización personal: superar el desafío de regresar a la educación puede fortalecer la autoestima y la sensación de logro personal. Los adultos que completan estudios avanzados después de los 30 a menudo experimentan una renovada confianza en sus habilidades y potencialidades.

• Adaptabilidad y resiliencia: estudiar después de los 30 requiere habilidades de gestión del tiempo, organización y adaptabilidad que son habilidades valiosas tanto en el entorno educativo como en el profesional.

• Potencial de incremento salarial: en muchos campos, poseer estudios académicos avanzados se traduce en mayores oportunidades y aumentos salariales significativos.

Según algunas investigaciones, más allá de todo prejuicio, retomar los estudios o actualizar los conocimientos después de los 30 años, amplía el abanico de oportunidades en el ámbito laboral, pues la formación va acompañada de una mentalidad madura, basada en la planificación y proyección.

Es importante señalar que nunca es demasiado tarde para aprender y superarse en lo personal y profesional, y que es valioso todo ejercicio enfocado en fortalecer el cerebro para evitar el deterioro de las capacidades con el pasar de los años. Una de las instituciones de educación superior que más ha acogido a este grupo de personas es la UTPL, la misma que oferta: grados, tecnologías, posgrados y cursos permanentes a lo largo del año, llegando a entregar a la sociedad civil miles de profesionales en las diferentes ramas del conocimiento humano.

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