La fisioterapia es una herramienta fundamental en el cuidado y bienestar de los adultos mayores, pues desempeña un rol crucial en mejorar su calidad de vida. Esta disciplina no solo se centra en tratar dolencias físicas, sino que fortalece la movilidad, la fuerza muscular, el equilibrio y la coordinación mediante la práctica y aplicación de la fisioterapia.

Uno de los mayores desafíos que enfrentan las personas mayores es mantenerse funcionales a medida que envejecen. La fisioterapia se convierte así en una aliada indispensable, dado que proporciona herramientas y técnicas adaptadas a las necesidades específicas de cada individuo, tanto ejercicios terapéuticos diseñados para fortalecer músculos clave como técnicas de movilización y estiramientos. Los fisioterapeutas trabajan en colaboración con los pacientes para mejorar su capacidad física y funcional.

Además de los beneficios físicos que son visibles y permiten incrementar la capacidad para realizar actividades cotidianas, la fisioterapia también juega un papel crucial en la prevención y tratamiento de enfermedades comunes entre los adultos mayores, desde la osteoartritis, osteoporosis, problemas de equilibrio hasta caídas que pueden tratarse de manera efectiva a través de intervenciones fisioterapéuticas específicas.

En definitiva, la fisioterapia no solo trata de rehabilitar el cuerpo, sino de empoderar a los adultos mayores para que vivan una vida más plena y activa. Es un recurso invaluable que no solo busca curar, sino optimizar la función física y emocional de quienes atraviesan esta etapa de la vida.

Frente a este escenario, la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), a través de la carrera de Fisioterapia, implementó el programa de “Atención fisioterapéutica domiciliaria para los adultos mayores de las parroquias urbanas de la ciudad de Loja”, principalmente de las parroquias El Valle, Sagrario y Sucre. Uno de los objetivos es garantizar una vida sana y promover el bienestar de las personas de la tercera edad. Los beneficiarios son 53 adultos mayores de diferentes edades entre los 65 y los 95 años, a quienes se les dificulta acudir a una atención en un centro de salud.

Dayuma Villavicencio, estudiante de la carrera de Fisioterapia de la UTPL, manifestó que la atención en su caso la comparte los martes, miércoles y jueves en el barrio Virgenpamba. Aquí se benefician dos personas adultas mayores quienes requieren de este tratamiento y cuidado diario. El trabajo, además del ejercicio físico terapéutico guiado, consiste en trabajar a nivel cognitivo, la percepción y coordinación, pues hay pacientes con Alzheimer y otros problemas cognitivos relacionados con la vejez.

Una de las exigencias para que el paciente pueda avanzar es el estado de ánimo, la tolerancia a los ejercicios y el nivel de participación en cada una de las terapias. A decir de la estudiante, los avances en los primeros cuatro meses son buenos, existen pacientes que no podían caminar y ahora lo están haciendo e incluso han retomado actividades propias que estaban pausadas.

Por su lado, Edissa Bravo Brito, docente de la carrera de Fisioterapia de la UTPL, señaló que el programa empezó en abril de 2024 con la identificación de los adultos mayores que necesitaban de fisioterapia por su cuadro de salud. Entre los pacientes se identificó sarcopenia, déficit del equilibrio, falta de memoria y coordinación, entre otros. El programa durará un año, hasta abril de 2025.

Todas las terapias son ejecutadas en los domicilios al menos tres veces por semana, debido a que se les dificulta acudir de manera periódica a un centro de salud. “Esta terapia es sumamente importante porque las personas con los años van perdiendo el nivel de equilibrio, al igual que sus habilidades y destrezas. Buscamos que el adulto mayor sea independiente”, concluyó.

Desde la UTPL, trabajamos en proyectos de vinculación que aportan al desarrollo sostenible.