La sostenibilidad juega un papel importante en la prevención de incendios forestales

La sostenibilidad en la agricultura y la responsabilidad ciudadana evitan los incendios forestales

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La quema de pastizales y restos de cosecha es una práctica común en la agricultura del Ecuador. Sin embargo, aunque históricamente se ha utilizado para limpiar terrenos y mejorar la calidad del suelo, esta actividad representa un desafío significativo para la sostenibilidad ambiental, pues es una de las principales causas de los incendios forestales que ponen en riesgo la biodiversidad y la seguridad de las comunidades.

Según un informe de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, publicado el 9 de septiembre de 2024, Ecuador ha perdido 29 812 hectáreas de vegetación debido a 2 621 incendios forestales en lo que va del año. Estos incendios no solo devastan ecosistemas esenciales, sino que contribuyen de manera significativa a las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que agrava el cambio climático.

Las provincias más afectadas, con más de 1 000 hectáreas quemadas, son Loja, Azuay, Pichincha, Carchi, Imbabura y Guayas. Loja lidera la lista con 14 465 hectáreas afectadas por 118 incendios. En tanto que Pichincha registra el mayor número de emergencias de este tipo, con 782 incendios forestales que han consumido 2 555 hectáreas.

Edwin Capa Mora, director de la carrera de Agropecuaria de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), resalta la importancia de adoptar prácticas agrícolas sostenibles para reducir los incendios en Ecuador.

“Las temperaturas generadas durante las quemas pueden alcanzar los 600 o 700 grados centígrados, lo que destruye la macrofauna y la microbiota del suelo. Al quemar el suelo, se pierden nutrientes, minerales esenciales y fauna crucial como lombrices y escarabajos. Las lombrices, por ejemplo, desempeñan un papel fundamental en el procesamiento de materia orgánica para hacerla más accesible para las plantas y mejorar la aireación y porosidad del suelo, lo que tiene efectos positivos en la vegetación”, explica.

 

 

Efectos negativos en el ambiente como consecuencia de los incendios forestales.

 

Capa destaca que, aunque las quemas pueden ofrecer beneficios temporales en términos de materia orgánica, sus efectos negativos a largo plazo son perjudiciales para la salud del suelo.

“Es crucial que se prohíban las quemas. Entiendo que ya existen algunas regulaciones en este sentido, pero es necesario que se implementen de manera más estricta para proteger nuestros recursos naturales y garantizar la sostenibilidad agrícola”, agrega. 

Además, sostiene que, para fomentar prácticas agrícolas más respetuosas con el medio ambiente, es esencial establecer un sistema de precios justos para los agricultores. Esto les permitirá invertir en métodos de conservación como el uso de plásticos para controlar malas hierbas y la aplicación de productos orgánicos.

"Debemos mirar al campo con mayor atención y reconocer que los agricultores son cruciales en nuestra cadena de desarrollo. Sin producción y seguridad alimentaria, nuestra sociedad no podría avanzar. En Ecuador, el 80% de la agricultura es familiar y solo el 20% corresponde a agricultura industrial", afirma.

Ecuador ha perdido 29 812 hectáreas de vegetación debido a 2 621 incendios forestales durante 2024.

 

Compromiso con la educación

Desde la UTPL, se impulsan programas de capacitación para agricultores en los que se promueve el uso de técnicas como el compostaje de residuos orgánicos y la siembra de cobertura. Desde la carrera de Agropecuaria, se desarrollan proyectos de investigación para evaluar la eficacia de estas prácticas en diversas regiones del país, adaptándolas a las condiciones climáticas y a las necesidades específicas de cada comunidad agrícola.

 

Responsabilidad ciudadana

La prevención de incendios forestales es una responsabilidad compartida por todos los ciudadanos. Existen varias medidas que se pueden adoptar para reducir el riesgo y proteger los bosques y áreas verdes. Una de las acciones más importantes es evitar las quemas al aire libre sin los permisos adecuados.

Las quemas no controladas, incluso aquellas que parecen inofensivas, tienen el potencial de escapar rápidamente y provocar incendios devastadores. Por ello, es fundamental seguir las regulaciones locales y asegurar que cualquier quema se realice de manera segura y con las precauciones necesarias.

Además, es esencial no arrojar desechos inflamables en áreas naturales. Materiales como cigarrillos encendidos, vidrios rotos o plásticos pueden encender la vegetación seca, especialmente durante las temporadas de sequía.

Durante épocas de alto riesgo de incendios, es recomendable reducir el uso de fuegos artificiales, que pueden encender la vegetación seca. Seguir las recomendaciones y restricciones emitidas por las autoridades locales es vital para proteger tanto a las personas como al medio ambiente.

 

Desde la UTPL, trabajamos en proyectos de vinculación que aportan al desarrollo sostenible.

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