La meliponicultura (cría de abejas sin aguijón) es una práctica ancestral que va más allá de la producción de miel. Estas pequeñas abejas nativas son polinizadores esenciales para una gran variedad de plantas, que incluyen muchas especies de cultivos. Al visitar flores para recolectar néctar y polen, las meliponas, como comúnmente se las conoce, transportan polen de una flor a otra, lo que facilita la reproducción de las plantas y asegura la producción de frutos y semillas. De esta manera, contribuyen a la sostenibilidad de la biodiversidad y a la conservación de los ecosistemas.
Además de su papel como polinizadoras, las meliponas producen una miel de alta calidad y valor nutricional. Rica en enzimas y antioxidantes, esta miel es apreciada por sus propiedades medicinales y culinarias. La producción de miel de melipona genera ingresos para las comunidades locales, incentiva la conservación de los bosques y promueve prácticas agrícolas sostenibles. Al proteger los hábitats de las meliponas, estamos asegurando la salud de nuestros ecosistemas y la producción de alimentos para las generaciones futuras.
En este sentido, la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), a través de la carrera de Economía y Administración de Empresas, en convenio con Naturaleza y Cultura Internacional, se encuentra trabajando en el proyecto de producción sostenible meliponícola en el cantón Puyango, en Loja, como parte de una estrategia de conservación, emprendimiento e innovación en el Sur del Ecuador. En esta investigación, iniciada en enero de 2023 y con proyección de hasta junio de 2025, además de un equipo multidisciplinario de investigadores, participan estudiantes de las carreras de quinto y séptimo ciclo.
Diana Encalada Jumbo, directora del proyecto y docente investigadora de la UTPL, enfatiza la importancia económica, social y ambiental de la producción meliponícola y su impacto positivo en el desarrollo de la zona de estudio, y cómo esta actividad está impulsando buenas prácticas agroforestales, por lo que hace un llamado a conocer esta especie nativa e interesarse en su cuidado y en la protección de su hábitat. Este proyecto articulado de la UTPL integra los componentes de innovación, investigación y vinculación; en el área de innovación, hemos prototipado nuevos productos a partir de la miel de abeja, productos cosméticos como suero facial y cremas exfoliantes; productos alimenticios como granola, barras energéticas y gomitas vitamínicas; además de un jarabe antigripal, comenta Encalada. Complementariamente, se está desarrollando un modelo y plan de negocios para la comercialización de estos productos.
En esto coincide Ulvio Aguilar Sanmartín, uno de los emprendedores de la zona, quien comenta que la meliponicultura es muy favorable para las personas que se dedican a esta actividad, ya que obtienen recursos económicos de la venta de miel y sus derivados. Por ello, se está generando conciencia en las personas a través del proyecto de la UTPL, donde también se elaboran productos para la venta.
Además, agrega que, en la mancomunidad de las meliponas, disponen del museo vivo de abejas sin aguijón, que son nativas y endémicas, y que por la acción del hombre han desaparecido en gran medida; por ello, se busca conservarlas en su estado natural. “Dentro de la mancomunidad somos 326 familias que nos dedicamos al cuidado y preservación de los aproximadamente 5000 nidos de abejas sin aguijón, que son inofensivas”, enfatiza.
En el apartado de investigación, la catedrática universitaria señala que la universidad se encuentra analizando la sostenibilidad de la producción meliponícola en términos económicos, sociales, ambientales, culturales y político-institucionales. “Vamos a construir un índice que nos permita evaluar la sostenibilidad multidimensional de este tipo de producción”, señala Encalada. Además, se trabaja en la modelación bioeconómica de la producción a través de la búsqueda y el planteamiento de alternativas y respuestas a los desafíos productivos actuales.
En el área de vinculación, se está trabajando con estudiantes para que pongan en práctica los conocimientos adquiridos en las aulas y realicen un trabajo que beneficie a los productores de la zona. Además, gracias a este proyecto, la UTPL aporta herramientas útiles para los tomadores de decisiones, orientadas al desarrollo sostenible de estos entornos.
Finalmente, Encalada menciona que esperan trasladar la elaboración de estos productos a los productores de miel de abeja nativa, donde proyectan que las mujeres tengan un rol protagónico. La transferencia se hará por medio de capacitaciones, para lo cual se entregarán manuales de producción que faciliten la replicabilidad del proceso productivo
La UTPL reafirma su compromiso con el medio ambiente y con la sociedad, e invita a la ciudadanía a conocer más sobre las abejas sin aguijón y lo beneficiosas que son para las personas y para la sostenibilidad de la vida en general. Como Universidad, continuaremos apoyando proyectos que garanticen un impacto social y ambiental prolongado y sostenible.
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