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En la ciudad de Loja, la carrera de Artes Visuales de la Universidad Técnica Particular de Loja desarrolló la primera ética para el espacio. Se trata de una escultura inspirada en la figura de una bailarina, creada para integrar el arte en movimiento en la escena cultural local.
El arte cinético es una corriente artística que incorpora el movimiento como un elemento esencial de la obra. Este puede ser generado por mecanismos, motores o incluso por agentes naturales como el viento. Grandes exponentes de esta corriente incluyen a Alexander Calder, Jesús Soto y Julio Le Parc, quienes han desarrollado esculturas que interactúan con el entorno y el espectador.
En algunas ciudades se pueden encontrar esculturas cinéticas, como: Quito (El ciclista), Caracas (La esfera), entre otros. En este contexto, la UTPL ha dado un paso significativo al integrar este tipo de arte en su campus, promoviendo una nueva forma de expresión artística.
La obra, denominada “Danzante del viento”, se construyó a partir de cientos de piezas metálicas ensambladas con precisión, considerando la escala, proporción y la anatomía humana.
Inspirada en las Artes Vivas, un evento cultural emblemático de Loja, esta escultura simboliza la fluidez, la creatividad y la evolución del arte en la ciudad, espacio donde se la presentó por primera vez en 2024. Su estructura permite que gire no solo impulsada por el viento, sino también mediante la interacción del público, creando un vínculo dinámico y continuo con el entorno y los espectadores.
Alice Carrión Paute, una de las estudiantes creadoras de la obra, explicó que la riqueza de detalles y la expresividad de la bailarina llevaron al equipo a concentrarse en esta única pieza.
"El tutú, el peinado y el maquillaje fueron elementos clave que nos permitieron jugar con la estética y el dinamismo de la escultura", destacó Carrión.
Además de ser una expresión artística innovadora, “Danzante del viento” busca transformar la manera en que se conciben los espacios públicos y el arte en Loja. Según Verónica Noriega Armijos, directora de la carrera de Artes Visuales de la UTPL y autora de la obra, la escultura cinética aporta una nueva dimensión estética y fomenta la interacción del público y promueve el desarrollo de espacios urbanos más creativos.
"Este tipo de obras invitan a los ciudadanos a repensar su entorno y a integrarse de manera más activa con el arte", señaló Noriega.
Su autora señala que, como docente, busca ejecutar “Proyectos reales” en los cuales sus estudiantes obtengan una formación que les permita vivir una experiencia profesional. Como escultora, cuenta con varias obras en el campo de la escultura monumental.
Por este motivo, mediante el programa “Proyectos de Buena Práctica Docente”, promovido por el Vicerrectorado Académico, ha trabajado en esta escultura junto a los alumnos Alice Carrión, Pablo Jiménez y Pedro Montesinos, quienes destacaron por sus aportes creativos y participaron en distintas etapas de su realización. Asimismo, otros estudiantes colaboraron en el detallado proceso de corte y ensamblaje de piezas.
Todos los alumnos pertenecen al “Itinerario de Objeto Artístico” que ofrece la carrera de Artes Visuales. La obra tomó cerca de un año y medio de trabajo, dando como resultado una pieza de 2.5 metros de altura.
José María Sierra, vicerrector administrativo, colaboró en la selección del lugar ideal para su instalación. Tras evaluar diversas opciones, se determinó el sitio más adecuado para garantizar su integración con el entorno y la interacción del público.