La palabra paisaje denota naturaleza, armonía del entorno y espectáculos únicos. Pero, paisaje también engloba un sistema compuesto por seres vivos, elementos naturales y culturales en el que el ser humano participa con una experiencia sensible. El paisaje está compuesto por estratos como: naturaleza, cosmovisión, cultura, ética e identidad.
En Quito se desarrolló la Segunda Jornada del Paisaje, la cual contó con la participación de un grupo de expertos de la Sociedad de Arquitectos Paisajistas del Ecuador (SAPE), conformada por la Universidad Técnica Particular de Loja, la Universidad Espíritu Santo, la Universidad Estatal de Cuenca y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. En el evento, cada universidad aportó para definir los lineamientos en los que trabajarán en los próximos meses para diseñar la “Carta de Paisaje de las Américas”, un documento con el que defenderán el derecho al paisaje que consiste en proteger el patrimonio natural y cultural, en términos de inteligencia territorial.
Cada universidad participa en SAPE con un equipo multidisciplinario de profesionales provenientes de carreras como Arquitectura, Economía, Derecho e Ingeniería Ambiental. Esta organización, a su vez, es parte de la Federación Internacional de Arquitectos Paisajistas Red de las Américas (IFLA), conformada por países como Argentina, Colombia, Perú y Chile.
En 2010, en el Congreso Internacional de Arquitectura de IFLA, los países miembros de esta organización se plantearon el compromiso de impulsar la elaboración de “cartas nacionales del paisaje” en sus países de origen, para con estos aportes elaborar una “carta global” que se presente en la Convención del Paisaje.
La “carta global”, estaría respaldada por la Unesco. Su propósito es favorecer la toma de consciencia sobre la recuperación y puesta en valor del paisaje, promoviendo la protección, planificación y gestión sostenible de este en los países que presentan la propuesta. Por ello, SAPE trabaja en los contenidos que se incluirá en la carta nacional, detallando cómo las ciudades ecuatorianas deben adaptarse al paisaje para que no haya destrucción de bosques o áreas verdes al expandir las zonas urbanas.
Alexandra Moncayo, docente de la carrera de Arquitectura de la UTPL, menciona que en Ecuador no existe una Ley del Paisaje que proteja estas zonas, por lo que trabajan con los lineamientos de la Convención Europea del Paisaje y la toman como base para adaptarla a las características de cada país. En el caso de Ecuador, se toma como referencia la ubicación geográfica y la existencia de cuatro regiones, cada una con sus particularidades.
Moncayo afirma que es fundamental que Ecuador se una a la iniciativa emprendida por IFLA de las Américas para que el país conste dentro del grupo que trabaja por preservar el medio ambiente. Se prevé que a finales de este año los expertos de SAPE se reúnan para detallar los contenidos de esta carta nacional y presentarla en 2020 a la UNESCO.
Como parte de las actividades que se generarán en esta iniciativa, la UTPL organizará en los próximos meses varios talleres dirigidos a los GAD municipales de la provincia de Loja para que conozcan cómo deben realizar la planificación urbana de las ciudades sin afectar al paisaje, por ejemplo, cuidando las zonas montañosas y evitando construir en estas áreas.
La finalidad es que los líderes comprendan la importancia que tiene el paisaje en cada región y los valores conceptuales, culturales y económicos que engloba como parte de un sistema que da vida a las ciudades y a sus habitantes.
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