La llegada de la pandemia por COVID-19, perjudicó a sectores importantes y cruciales de la economía mundial, el turismo fue uno de ellos, especialmente en su entorno medioambiental, cultural y socioeconómico.

De acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (OMT), en el año 2020 el impacto de la pandemia ocasionó una disminución en un 56% y 76% del ingreso de turistas en el último semestre del año, lo que ocasionó pérdidas de $320 millones de dólares para este sector.

Los retos son grandes, puesto que se desconoce la duración de la pandemia, si bien hoy en día se está tratando de reactivar este sector, aún existen restricciones para los turistas y se siguen empleando medidas que permitan mitigar el impacto negativo del brote de COVID-19.

Según un análisis de la UNESCO, los museos de todo el mundo registraron un descenso de asistencia del 70%, lo que los dejó en una frágil situación financiera. Asimismo, en el caso de Ecuador, el cerramiento temporal de sitios y atractivos turísticos culturales, así como comercios afines agravaron el sector, situación que también viven cientos de comunidades indígenas y poblaciones oriundas que han visto limitadas sus oportunidades para enseñar su cultura y tradiciones que generan un ingreso a sus hogares tras las visitas.

Lo único positivo en los destinos turísticos, especialmente en los naturales es su medio ambiente, en donde se percibió mejoras en la huella climática y ecológica, gracias al poco impacto del hombre en estos destinos. Por ejemplo, antes de la pandemia existían ciudades y puntos que optaban por no recibir turistas debido a que requerían un elevado consumo de energía y combustibles que afectaban el ecosistema.

¿Qué estrategias han implementado las empresas para promover el turismo?

Christian Viñán, director de la carrera de Turismo de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) explica que las empresas han desarrollado estrategias eficaces, enfocándose en innovar, digitalizar sus elementos corporativos, fomentar la sostenibilidad y establecer fuertes alianzas estratégicas. Además, ahora los destinos turísticos, están promoviendo principalmente la confianza en sus consumidores por medio de acciones que los hagan sentir seguros contra el COVID-19. Asimismo, las experiencias de viaje son más sostenibles y responsables con el fin de cuidar el ecosistema y a las culturas que lo albergan, comenta.

En el caso del turismo local y nacional, el sector rural es el que ha tenido mayor acogida pues ha sido apoyado por las municipalidades, mediante la generación de información y promoción para permitir que la sociedad los elija. “Por ahora se debe promocionar el turismo interno, luego el turismo regional y después el  internacional”, enfatiza.

La carrera de Turismo de la UTPL, también ha contribuido al desarrollo:

“En este año de pandemia trabajamos en el proyecto La Ruta del Agua de la parte alta del Oriente ecuatoriano, capacitando de forma virtual en el campo del turismo, a los oriundos de esa localidad. Este proyecto permitió que estudiantes de Estados Unidos y España desarrollen sus habilidades en casos reales” destacó.

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