Entre las características que más nos agradan del postmodernismo están las que nos invitan a cuidar el medioambiente y a cultivar una conciencia ecológica. Para dar voz a estas tendencias surgieron los términos: ‘eficiencia energética’, ‘energías renovables’ y otros relacionados. ¡Desde esto ya han pasado algunos años!

Hoy en día y, no muy lejos del mismo objetivo, está la ecoeficiencia, que se aplica un poco a los significados de las palabras antes mencionadas, pero haciendo hincapié en la reducción del uso de recursos en un sentido completamente ecológico o amigable con el medio ambiente.

Según el Instituto de Eficiencia Energética y Energías Renovables (INER), la ecoeficiencia se ve entonces enfrentada a reducir el impacto ambiental en el ciclo de vida de un producto y también en la relación del ser humano con la manufacturación o industrialización del mismo. No solo en un entorno empresarial, sino también en el hogar y en un sinfín de actividades de la rutina diaria. Por ejemplo, cómo ahorramos agua al lavarnos los dientes o limpiar el auto, o cómo ahorramos energía al transportarnos de un lugar al otro.

Una de las iniciativas más interesantes relacionadas con la ecoeficiencia en las compañías actualmente es el carsharing, o compartir el auto para transportarse del trabajo a casa y viceversa. 

Pero, hablando concretamente del ciclo de producción de bienes materiales, la ecoeficiencia busca reducir los siguientes factores:

• El despilfarro de los recursos naturales
• El volumen de los residuos generados
• El consumo de energía
• Las emisiones y residuos contaminantes

En este sentido, las ecoauditorías se han sumado como alternativas para medir el impacto ambiental de las empresas actuales y alinearse con esta evaluación a las leyes que rigen el control medioambiental. El objetivo es crear empresas ecoeficientes por responsabilidad ambiental y también por beneficio económico.

Conocer sobre ecoauditorías o prepararte como un consultor experto en este tema, te garantizará un campo abierto de participación en compañías que están dando sus primeros pasos hacia la ecoeficiencia. Adicional a ello, es importante reconocer que en los próximos años todas las empresas que todavía ignoran estos conceptos, tendrán que irse sumando a las prácticas sustentables, porque además de ayudar al planeta, también generan empatía con los públicos objetivos y, por lo tanto, resultan ser excelentes técnicas de marketing.

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