En 1998, L’Oréal y UNESCO unieron fuerzas para crear un galardón que, más allá de reconocer la excelencia científica y la investigación rigurosa, reivindica el lugar de la mujer en un mundo donde su talento muchas veces es invisibilizado. El premio “Para las Mujeres en la Ciencia” se ha convertido en una plataforma global que celebra a mujeres que, con su trabajo, redefinen los límites del conocimiento. Este año, Verónica Jaramillo Fierro, docente investigadora de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), marcó un hito para Ecuador al ser galardonada con esta distinción.
Jaramillo ha dedicado su vida a la investigación en el desarrollo de materiales sostenibles. Su proyecto ganador, centrado en la creación de filtros de agua a partir de residuos agroindustriales y minerales locales, no solo busca combatir la contaminación, sino también aportar soluciones a comunidades afectadas por la falta de agua potable. Este esfuerzo culminó en una solicitud de patente internacional, reflejo de su compromiso con la innovación y el impacto social.
La resiliencia detrás de la excelencia
Ximena Verónica, madre de tres hijos, encarna el espíritu de lucha y perseverancia. Tras graduarse como ingeniera química en 2004 en la UTPL, se enfrentó a pausas en su carrera profesional para atender las demandas de su familia. Sin embargo, en lugar de detenerse, transformó estos desafíos en oportunidades para aprender; en primer lugar, realizó una maestría en nutrición infantil y luego regresó a su pasión de toda la vida: la química.
“Siempre he creído que los tiempos de Dios son perfectos”, comenta Verónica, quien recuerda con emoción los días en que conciliaba su rol de madre, estudiante y docente. A pesar de las dificultades, nunca perdió de vista su sueño de contribuir al desarrollo científico de su país.
La noticia de su triunfo llegó con emociones encontradas: nervios, incredulidad y, finalmente, orgullo. Sostiene firmemente que el premio no es solo suyo, es fruto del trabajo en equipo y de años de sacrificio. Para ella, más allá de la medalla y el reconocimiento económico de 10.000 dólares, el galardón representa una responsabilidad.
“Es un compromiso para seguir desarrollando investigaciones que trasciendan los laboratorios y lleguen a la sociedad”, afirma con determinación.
Inspirando a una nueva generación
Verónica no solo ve su éxito como un logro personal, sino como una oportunidad para inspirar a otras mujeres.
A todas las mujeres, niñas, jóvenes y adultas: la ciencia necesita de su curiosidad, creatividad y visión para transformar el mundo. Cada una de ustedes tiene el potencial de contribuir con soluciones innovadoras y sostenibles a los desafíos más grandes de nuestra sociedad. Atrévanse a explorar, a preguntar, a innovar y a liderar. La ciencia no tiene límites, y juntas podemos construir un futuro más equitativo y sostenible para todos, dice con entusiasmo.
Con los recursos obtenidos, Verónica planea expandir sus proyectos en áreas como la generación de biopolímeros, celdas solares y empaques inteligentes, todo con un enfoque sostenible. Además, destinará parte de los fondos para equipar laboratorios y apoyar a estudiantes en sus investigaciones, lo que reafirma su compromiso con el crecimiento científico colectivo.
La UTPL, reconocida por su excelencia en educación e investigación, celebra con orgullo este reconocimiento de impacto global. En cada avance, en cada descubrimiento y en cada logro, la universidad reafirma su compromiso en la formación de profesionales que no solo construyen conocimiento, sino que transforman vidas y generan soluciones para un mundo mejor.