La educación superior no conoce fronteras y, así, lo demuestra el Centro de Apoyo de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) en Nueva York, que celebra su 26.º aniversario. Este centro se ha destacado como un pilar fundamental en la educación y el apoyo a la comunidad ecuatoriana y latinoamericana. Desde su inauguración en 1998, ha crecido exponencialmente, no solo en número de estudiantes, sino en el alcance de sus servicios y el impacto en las vidas de cientos de personas.
Hace 26 años, el centro abrió sus puertas con la misión de ofrecer educación de calidad a distancia a los ecuatorianos residentes en Estados Unidos. En sus inicios, contaba con un número reducido de estudiantes y un pequeño equipo comprometido de profesionales que trabajaban incansablemente para adaptarse a las necesidades de una comunidad diversa y en constante cambio.
Hoy en día, el centro se enorgullece de haber multiplicado su matrícula de estudiantes y de ofrecer una amplia gama de programas académicos que incluyen desde carreras técnicas y tecnológicas hasta maestrías y diplomados. La evolución de la oferta educativa ha sido posible gracias a la constante innovación tecnológica y pedagógica de la UTPL, que ha permitido a los estudiantes acceder a una educación de calidad sin importar la distancia.
El Centro New York de la UTPL, no solo se ha enfocado en la educación académica, sino que ha desarrollado un sinnúmero de programas y servicios para ayudar integralmente a sus estudiantes. Al ofrecer desde asesorías académicas y tutorías personalizadas hasta servicios de bienestar emocional como Motus Christis, seminarios de antropología, y actividades culturales, el centro se ha convertido en un verdadero apoyo lejos de casa para muchos ecuatorianos y latinos.
“Desde un inicio hemos tenido un enfoque de atención personalizada. A los estudiantes se les pregunta qué desean, qué carrera buscan, los animamos y acompañamos durante su proceso de estudio. Hoy en día tenemos más de 300 graduados”, mencionó la Directora del Centro de Nueva York, Dolores Sánchez, M. Id.
Inicialmente, solo tres estudiantes formaban parte del centro; actualmente, son casi 230, de los cuales el 95% son ecuatorianos. Asimismo, en la última década, ha habido un aumento significativo de estudiantes jóvenes, en contraste con los primeros alumnos quienes en su mayoría eran personas de 40 años en adelante.
Historias que inspiran
A lo largo de estos años, el centro ha sido testigo de innumerables historias de éxito y superación. Tal es el caso de una estudiante ecuatoriana que, mientras cursaba su formación, recibió un diagnóstico grave de salud. El día de sus exámenes cruciales se encontraba en el hospital recuperándose de una intervención reciente; sin embargo, su determinación fue más fuerte que su dolor.
Ella se escapó del hospital sin que nadie lo notara, tomó un taxi y, a pesar de que el taxista se resistió a llevarla al verla en su condición, ella insistió en que debía presentar sus exámenes porque estaba a punto de graduarse. Finalmente, el taxista accedió y la llevó al centro, donde esperó mientras ella rendía sus exámenes. La directora del centro la recibió y Wendy, mostrando una fuerza increíble, completó sus exámenes. Al final, se graduó con honores y se convirtió en un ejemplo de perseverancia y coraje.
Otra historia destacada es la de un padre que desafió a sus hijos a seguir una carrera universitaria. Él mismo participó en el desafío y se graduó antes que uno de sus hijos, una anécdota que la directora recuerda con humor y orgullo, destacando el espíritu de perseverancia y apoyo que caracteriza a la comunidad del centro.
El Centro de Apoyo de la UTPL en Nueva York ha demostrado, durante estos 26 años, que la educación no tiene fronteras. Su crecimiento y evolución son testimonio del poder transformador de la educación y del compromiso incansable de una institución que siempre ha puesto a sus estudiantes en primer lugar. Con la mirada puesta en el futuro, el centro continuará siendo un lugar de encuentro, aprendizaje y desarrollo para todos quienes buscan mejorar sus vidas a través del conocimiento.