Investigadores de Ecuador describen una nueva especie de árbol tropical


Cada día, miles de personas recorren los espacios del campus universitario sin detenerse a pensar en todo lo que sostiene esa experiencia: áreas verdes cuidadas, sistemas que reducen el consumo de recursos, rutas trazadas para facilitar la movilidad y prácticas que buscan disminuir impactos ambientales. En medio de ese tránsito cotidiano surge una reflexión pertinente para cualquier comunidad educativa: si estos elementos moldean la forma en que se vive la universidad, ¿qué impulsa a una institución a consolidar una gestión que prioriza la sostenibilidad como parte integral de su quehacer? Esta interrogante permite adentrarse en la importancia de mantener un compromiso sostenido y alineado a desafíos globales que requieren acciones verificables.
La UTPL incorpora esta reflexión dentro de su planificación institucional y orienta sus estrategias hacia la construcción de un campus sostenible en diálogo con la Agenda 2030. Su participación en el UI GreenMetric evidencia avances en infraestructura verde, manejo de residuos, eficiencia energética y programas académicos relacionados con la sostenibilidad. Más allá de su posición en el ranking, estos indicadores funcionan como una guía que permite medir progresos y orientar decisiones basadas en evidencia.
En este proceso, la Dirección General de Evaluación Institucional y Calidad ha contribuido al análisis y consolidación de los resultados alcanzados.
Según Dora Colíndres Lozano, coordinadora de Posicionamiento y Prestigio Institucional, “este logro representa un avance significativo y una confirmación del compromiso de la UTPL con la sostenibilidad ambiental. La posición alcanzada refleja la coherencia entre la gestión institucional, la política de sostenibilidad y las acciones permanentes que fortalecen la cultura ambiental universitaria, convirtiéndole en un campus sostenible. El resultado se interpreta como un indicador de madurez en la implementación de estrategias de infraestructura verde, eficiencia energética, manejo de residuos y educación para la sostenibilidad”. Estas palabras permiten comprender que los avances responden a un proceso planificado, articulado y en constante revisión.

La integración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la docencia, la investigación y la gestión operativa constituye un componente esencial de esta ruta institucional. La universidad trabaja para que los esfuerzos técnicos, como la optimización de recursos, el tratamiento adecuado de residuos o la adecuación de infraestructura, se articulen con la formación de profesionales capaces de responder a desafíos ambientales y sociales. La sostenibilidad, en este sentido, no se limita a acciones puntuales, sino que se incorpora en la cultura organizacional y al proceso educativo.
El camino hacia un desempeño sostenible plantea también desafíos que requieren continuidad y participación comunitaria. Entre ellos destacan la ampliación del uso de energías renovables, la reducción de la huella de carbono y el fortalecimiento de la movilidad sostenible.
Sobre estos puntos, Colíndres detalla que “los principales desafíos incluyen ampliar la generación de energía renovable, reducir aún más la huella de carbono institucional, fortalecer la movilidad sostenible y mejorar indicadores relacionados con la gestión de energía, residuos y agua. Para enfrentarlos, la UTPL está implementando planes de eficiencia energética, estrategias de economía circular, mejoras en la infraestructura verde, programas de capacitación ambiental y sistemas más robustos de medición y reporte”. Sus declaraciones muestran que la sostenibilidad implica planificación, seguimiento y corresponsabilidad.

Este enfoque exige la participación activa de estudiantes, docentes y colaboradores, quienes son parte fundamental en la consolidación de una cultura ambiental universitaria. La sostenibilidad se construye desde prácticas cotidianas y decisiones que, sumadas, generan impacto. Por ello, la institución promueve un rol participativo en toda la comunidad, buscando fortalecer comportamientos que aporten a los objetivos colectivos.
En esa línea, Colíndres destaca que “la UTPL reafirma su compromiso con construir un campus que sea ejemplo nacional de sostenibilidad, innovación y responsabilidad ambiental. El mensaje central es de corresponsabilidad: cada estudiante, docente y colaborador es protagonista en esta transformación”. Esta visión proyecta el trabajo institucional hacia un escenario donde el compromiso local contribuye al cumplimiento de metas globales.
La ruta hacia una universidad sostenible implica planificación, medición y educación orientada al bien común. En este escenario, la Agenda 2030 actúa como guía para evaluar avances y proyectar acciones futuras. La UTPL continúa fortaleciendo este camino mediante esfuerzos que integran técnica, formación y participación, reafirmando que la sostenibilidad universitaria se construye día a día con decisiones que buscan aportar a un futuro más responsable.



