En ocasiones, el movimiento cotidiano de un campus oculta procesos más amplios que buscan transformar la manera en que una comunidad habita su entorno. Detrás de cada luz que se enciende con menor consumo, de cada punto de hidratación que reemplaza una botella plástica y de cada ruta que optimiza la movilidad, existe una intención de fondo: construir un ambiente que dialogue con el cuidado de los recursos. Ante este escenario, surge la pregunta que guía la reflexión: ¿cómo se impulsa una sostenibilidad real cuando las decisiones diarias parecen tan pequeñas frente a los desafíos ambientales globales?
Esta perspectiva fue analizada en el sexto episodio del podcast Huella UTPL: Iniciativas que impactan, donde Dora Colindres y Kevin Araujo dialogaron con José María Sierra, vicerrector Administrativo de la Universidad de Loja (UTPL). El padre reflexiona sobre la necesidad de planificar la sostenibilidad desde la gestión interna, articular acciones técnicas con decisiones institucionales y comprender que las mejoras ambientales requieren medición, seguimiento y participación de toda la comunidad.
Desde este punto de partida, la universidad se presenta como una institución que integra la sostenibilidad en su operación, investigación y vinculación. La creación del Comité Institucional de Sostenibilidad permite ordenar iniciativas que antes avanzaban por separado y convertirlas en un plan transversal. Este comité trabaja con líneas base, mediciones periódicas y políticas integradas, elementos que, como explica Sierra, permiten evaluar, corregir y definir con claridad hacia dónde se dirige la institución.
Uno de los esfuerzos más visibles se encuentra en la gestión energética. La UTPL ha ampliado su capacidad de generación mediante paneles solares instalados en distintas zonas del campus.
Sierra detalla: “Tenemos más de 1.100 paneles solares instalados. Eso nos da un ahorro del 25 al 26% del consumo, y además alimenta infraestructura específica, como la electrolinera del campus, que funciona con energía proveniente de los mismos paneles”. Esta transición combina inversiones sostenidas con decisiones técnicas que buscan reducir la dependencia de la red convencional y fortalecer la autonomía energética.
La sostenibilidad también se refleja en la gestión del agua. La institución diferencia el uso de agua potable de aquella destinada al riego mediante convenios con comunidades de manantiales y procesos internos de tratamiento. La instalación de puntos de hidratación ha generado un cambio cultural orientado a reducir significativamente el uso de botellas plásticas. Estas acciones responden a una lógica de responsabilidad compartida que complementa las medidas de eficiencia.
En cuanto a la gestión de residuos, la UTPL cuenta con puntos para la clasificación de materiales reciclables, sistemas para el manejo de residuos orgánicos provenientes de las cafeterías y protocolos estrictos para la entrega de residuos peligrosos y electrónicos a gestores autorizados. En la entrevista, Sierra resume el impacto de estas iniciativas:
“Entre las iniciativas de Punto Gira, Reciclatón y Loja Recicla más de 30 toneladas de basura no terminaron en el vertedero”. Estos datos muestran cómo la gestión operativa se traduce en resultados medibles que fortalecen la responsabilidad ambiental comunitaria.
La investigación universitaria también aporta a esta visión integral. La UTPL desarrolla estudios sobre materiales biodegradables provenientes de residuos agroindustriales, como cáscaras de cacao, plátano o camarón, con el propósito de generar alternativas compostables a los embalajes tradicionales. Estos proyectos articulan laboratorios, docentes y estudiantes, y se conectan con cadenas productivas del entorno.
El análisis institucional incluye además el estudio de la movilidad dentro del campus. Se han promovido medios alternativos como bicicletas y scooters eléctricos, se han habilitado mejores espacios para su uso y se mantiene una flota de buses internos con el objetivo de disminuir los traslados individuales. Sierra lo resume al señalar que el reto no es únicamente técnico, sino cultural Esta reflexión evidencia que los cambios de comportamiento son tan importantes como las inversiones en infraestructura.
Otro eje relevante es la definición de una hoja de ruta hacia el llamado carbono neutral. La UTPL reconoce la complejidad de esta tarea debido a su presencia nacional con más de 90 centros universitarios, lo que implica un sistema de medición amplio. Sin embargo, la institución trabaja en establecer protocolos que permitan medir anualmente la huella de carbono y registrar acciones como la reforestación, cuya capacidad de captura debe evaluarse por periodos prolongados.
En conjunto, estos esfuerzos muestran un camino que avanza hacia una misión institucional orientada al cuidado ambiental, una estructura de gobernanza para coordinar acciones, resultados operativos que evidencian avances y un diálogo permanente entre inversión, cultura y formación. La UTPL concibe la sostenibilidad no solo como una meta técnica, sino como un proceso educativo que busca transformar hábitos.
0180045678