Últimos días para inscribirte en tu carrera soñada

La evolución de la tecnología día a día transforma el mundo financiero a una velocidad sin precedentes. Con la llegada de la inteligencia artificial (IA), de aplicaciones predictivas y generativas, las empresas buscan optimizar procesos, evaluar riesgos y tomar decisiones con mayor precisión. Sin embargo, junto a las oportunidades, surgen retos como la necesidad de contar con profesionales capaces de interpretar datos masivos, aplicar criterios éticos y supervisar decisiones que ninguna máquina puede asumir por sí sola.
En Ecuador, la situación impacta directamente en cooperativas de ahorro y crédito, empresas privadas e instituciones financieras que requieren personal especializado en análisis de datos y gestión de riesgos.
“Uno de los activos más importantes que tienen las instituciones financieras en la actualidad es la data. Cuando se logra utilizarla de manera eficiente, apoyada en inteligencia artificial y lenguajes de programación, se toman decisiones más precisas y con mejor enfoque”, explica Diego Cueva Cueva, director de la maestría en Gestión Financiera y Administración de Riesgos Financieros de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL).
Consciente de esta necesidad, la UTPL diseñó un posgrado que combina teoría, normativa y práctica con herramientas tecnológicas de última generación. El programa incorpora en su malla el uso de Python, R, Orange y simuladores de riesgo que permiten a los estudiantes aplicar sus conocimientos a escenarios reales.
“Tratamos de generar profesionales competentes, actualizados e innovadores, que manejen tanto la parte normativa y legal como la aplicación tecnológica. Esa integralidad es lo que nos diferencia de otros programas”, sostiene Cueva.
La formación responde tanto a las necesidades nacionales como a exigencias globales. La normativa internacional obliga a las instituciones financieras a utilizar modelos de Big Data para la predicción de riesgos, mientras que las empresas buscan mayor eficiencia en la toma de decisiones. En ese contexto, el perfil del egresado se ajusta a las demandas del mercado laboral: profesionales capaces de anticiparse a crisis como la energética, la sanitaria o las fluctuaciones económicas.
La demanda de este tipo de expertos es amplia. Según Cueva, en nuestro país existen más de 500 cooperativas de ahorro y crédito y cerca de 90.000 empresas que requieren personal formado en inteligencia artificial aplicada a las finanzas. Además, la maestría incluye certificaciones nacionales e internacionales, un plus cada vez más valorado en la contratación de talento especializado. Los profesionales demandados en la actualidad son aquellos que dominan competencias digitales y manejo avanzado de datos. Con estas capacidades, la inserción laboral es más rápida y eficiente, así lo detalla el director.
El programa también enfatiza en competencias humanas, como la ética, el análisis crítico y la interpretación de contextos, que siguen siendo irremplazables frente a los algoritmos.
“Mientras más competencias éticas y humanas tenga el profesional, más sensible será el uso que haga de la inteligencia artificial. La tecnología se adapta a los parámetros que las personas determinan”, añade.
De esta forma, la UTPL apuesta por una formación integral que combina innovación tecnológica con responsabilidad social. Para Cueva, este es el momento de aprovechar el tiempo y equiparar las finanzas a las exigencias de la inteligencia artificial.