Loja: ciudad universitaria y nuevo destino académico en Ecuador y América Latina

La enfermería no es solo una profesión, es una forma de servicio que transforma realidades, comunidades y vidas. Acompaña el nacimiento y consuela en la enfermedad, educa, escucha y actúa. En cada rincón del Ecuador, desde hospitales urbanos hasta centros de salud rurales, el trabajo de estos profesionales sostiene el sistema de salud con compromiso, conocimiento y humanidad. Su ejercicio cotidiano es también una expresión concreta de innovación social, porque mejora la calidad de vida desde el cuidado, la prevención y la empatía.
Su labor es constante, a veces silenciosa, pero vital, y aunque muchas veces pasa desapercibida, está en el centro de todo acto de cuidado. Por eso, cada año, el Día Internacional de la Enfermería es una oportunidad para reconocer el valor de quienes eligieron servir desde la empatía y la ciencia.
En ese marco, la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) celebró 11 años de creación de esta carrera, una de las más comprometidas con la realidad territorial y los principios de equidad y formación integral. En sus aulas no solamente egresan profesionales técnicos, sino también cuidadoras y cuidadores con sentido social, formación científica y mirada humanista.
El modelo formativo se basa en una combinación de conocimiento basado en evidencia, prácticas clínicas en contextos reales, innovación tecnológica y, sobre todo, sensibilidad social.
Este año, en el marco de la Semana Internacional de la Enfermería, la UTPL desplegó una agenda diversa que incluyó eucaristías, paneles académicos, ferias de salud, pasarelas culturales y espacios recreativos. Más que una serie de eventos, fue una oportunidad para visibilizar el trabajo cotidiano de quienes cuidan y para reflexionar sobre los desafíos y horizontes de esta disciplina en constante evolución.
Las conferencias abordaron temas clave como la enfermería basada en evidencia, la humanización del cuidado, los modelos comunitarios exitosos y la irrupción de la inteligencia artificial en el campo de la salud. Paralelamente, la feria de salud abierta promovió la prevención como herramienta de empoderamiento ciudadano, al acercar conocimientos básicos a la comunidad.
La enfermería combina técnica, ciencia y vocación, pero también es una forma de transformar vidas a través del servicio. “Se aprende a mirar al paciente como un todo, a comprender su entorno, su historia, su dolor”, comenta Maritza Arévalo, estudiante de la carrera, mientras participa en la feria de salud junto a jóvenes de distintos colegios.
Pero no todo fue academia, las actividades incluyeron también una pasarela que recorrió la historia de la enfermería a través de sus uniformes, una yincana de retos y talentos, y una cena de camaradería para docentes y líderes estudiantiles. Cada espacio sirvió como recordatorio de que cuidar también implica reconocerse, celebrar y construir comunidad.
La semana culminó con una certeza: en tiempos de incertidumbre, la enfermería es más necesaria que nunca. Y mientras el mundo continúa demandando más humanidad en sus sistemas de salud, en UTPL se renueva el compromiso de formar a quienes entienden que cuidar no es un gesto técnico, sino un acto profundo de justicia. Porque al final, como han demostrado estos 11 años de historia académica, la enfermería no solo busca sanar el cuerpo, también de restaurar la dignidad humana.