Entre los temas emergentes a tratar en los países a nivel mundial y más aún en los latinoamericanos, se encuentra el embarazo en adolescentes, ya que en estos países el porcentaje de mujeres que se convierten en madres durante su infancia o adolescencia se ha incrementado vertiginosamente en los últimos años.
Otro foco de preocupación es el matrimonio infantil y precoz, que en Latinoamérica y el Caribe alcanza a un 4 % de mujeres que se casan antes de los 15 años, y un cuarto de la población que se empareja antes de los 18 años (Comercio, 2017).
Actualmente, Ecuador es el tercer país de la región andina con los índices más altos de embarazo adolescente, puesto que, en los últimos 10 años, el incremento de partos de adolescentes entre 10 y 14 años fue del 78% y en adolescentes entre 15 a 19 años del 11%, según reportes del Ministerio de Salud Pública del Ecuador (MSP, 2017).
Frente a este panorama, la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) en su afán de contribuir a la sociedad desde su rol formador, ha impulsado un proyecto de investigación denominado “Factores predisponentes que influyen en el embarazo en adolescentes escolarizados en la ciudad de Loja”, a fin de conocer a profundidad esta problemática y encontrar soluciones que se puedan emprender desde la academia en vinculación con la sociedad.
El proyecto se impulsó al advertir “todas las consecuencias psicológicas, sociales y culturales que conlleva este tema y, sobre todo, por las características y complicaciones médicas que se pueden presentar en el embarazo adolescente”, manifiestan Ruth Maldonado y Yadira Gavilanes, docentes de la carrera de Medicina de la UTPL.
Con la participación de cinco estudiantes de esta carrera, en meses anteriores se llevó a cabo la primera fase de la investigación, en la que analizando a 640 estudiantes de colegios públicos y privados de Loja –con edades de entre 11 y 19 años– , se determinó que entre las principales consecuencias negativas que trae consigo el embarazo en adolescentes se sitúan el abandono de los estudios por parte de las niñas que se convertirán en madres, las escasas oportunidades de trabajo y el rechazo en los hogares.
Fruto de la aplicación de encuestas y test que buscaron medir la ansiedad, el autoestima y la funcionalidad familiar, se obtuvieron los primeros resultados que evidenciaron que un gran porcentaje de las jóvenes analizadas son hijas de madres adolescentes. Adicionalmente, en términos de educación sexual, se vislumbró que todavía existe desconocimiento sobre los métodos anticonceptivos y sobre la planificación familiar.
Desde esta perspectiva, Maldonado y Gavilanes consideran que las estrategias que las instituciones públicas han implementado en torno a la educación sexual, no han logrado disminuir los índices de embarazo adolescente en Ecuador, debido a que se han enfocado principalmente en eliminar el desconocimiento sobre el uso de anticonceptivos, dejando de lado otros factores fundamentales que inciden en esta situación, como aspectos emocionales y circunstancias familiares, sociales, culturales y económicas.
A decir de Maldonado, “se debe tomar en cuenta que el ser humano es un individuo en el cual influyen los diferentes factores socioambientales y culturales de su entorno y, más aún, si le toca enfrentar un embarazo para el que no está preparado”.
Este proyecto de investigación implica una segunda fase, en la que se prevé emplear una metodología cualitativa para poder trabajar en conjunto con las adolescentes, los padres de familia y los docentes. El objetivo es generar acciones de prevención a través de la socialización y talleres educativos.