Estudiar a distancia para convertirte en el profesional que anhelas ser, es el ideal de muchos. Pero al mismo tiempo trabajar, practicar tu hobby preferido, ir al gimnasio, pasar tiempo con tu familia, tener vida social, cuidar de tu mascota, ocuparte de los quehaceres del hogar y hasta consentirte con una película de Netflix desde la comodidad de tu cama, ¡vaya que es un super poder!
Aunque seguramente ya estás al límite con consejos maternales, libros de autoayuda para equilibrar la vida, tips para aumentar tu productividad y litros de café para mantener tu energía; aquí te presentamos algunos consejos prácticos y realistas que te vendrán de maravilla para estudiar a distancia la carrera de tus sueños y no morir en el intento.
1. Descubre tu método de estudio
El mundo evolucionó y hoy existen mil y un maneras dinámicas de estudiar. Así como puedes aprender a cocinar con: a) la receta de la abuela, b) los libros de cocina de mamá, o c) el paso a paso de 3 minutos en videos de Facebook; con esa misma versatilidad puedes elegir el método de estudio que mejor te venga para comprender y poner en práctica los contenidos de tu carrera universitaria.
Lo ideal es que te sumerjas en el siglo XXI y abraces todas las posibilidades que se presentan frente a tus ojos. Aprovecha los ebooks y sus bondades tecnológicas para leer, escribir, subrayar, agregar notas y hasta escuchar en audio los textos escritos. Puedes combinarlos con técnicas tradicionales, tomando nota de los aspectos importantes en tu libreta de apuntes para que tus ideas más preciadas, ¡estén siempre contigo! Prueba también con la elaboración de resúmenes, el diseño de esquemas o mapas mentales, la asociación de conceptos con imágenes o la recitación en voz alta si necesitas memorizar algún dato.
2. Encuentra tu horario y lugar
Para estudiar con ánimo necesitas sentirte en tu ambiente, donde puedas tener una verdadera experiencia de inmersión. Por ello, definir un horario en el que te sientas más fresco y con apertura para ejercitar tu mente, así como un espacio que puedas llamar “funcional-inspirador” porque tus ideas fluyen y te sientes cómodo, es un aspecto fundamental que te tomará tiempo pero agradecerás toda tu vida.
Durante una semana, intenta estudiar cada día en un espacio diferente. Fíjate durante qué horas logras mayor concentración –al amanecer antes de ir al trabajo, después de tu almuerzo o en la noche al llegar a casa–, y en qué lugares tienes menos distracciones y dispones de los elementos que requieres para organizar tus útiles y materiales de consulta. Si sientes que el tiempo vuela y aún tienes tanto por aprender: ¡bingo, encontraste tu combinación ideal!
3. Controla tu progreso
No esperes el último día para enviar tus trabajos, realizar actividades o rendir evaluaciones. Lo mejor es que hayas creado un hábito de estudio que te permita cumplir con determinadas obligaciones a tiempo y así puedas valorar tu aprendizaje de forma permanente.
Si bien responder una prueba no es muy divertido a simple vista, es una herramienta indispensable para realizar un seguimiento a tus avances. Utiliza los recursos pedagógicos que generalmente se encuentran al final de los capítulos en los libros y guías, como test y casos de estudio, u opta por investigar en Internet y plantéate retos con ejercicios desconocidos que pondrán a prueba tus conocimientos fuera de tu zona de confort.
4. Haz tuyas las nuevas tecnologías
Internet, redes sociales y dispositivos móviles, son herramientas que te permiten estar interconectado con el mundo entero desde tu hogar. Si estás a un clic de conversar con tu mejor amigo que vive en Argentina, Estados Unidos, Bélgica o Madrid, ¿por qué no estarlo con tus compañeros de materia?
Estudiar a distancia y no encontrarte en un aula física, no significa que estás solo. Aprender de forma colaborativa, compartir ideas y solventar dudas con tus compañeros y docentes, ¡es posible! Aprovecha al máximo los recursos online que tienes a tu alcance, como chats, tutorías y foros virtuales, o crea grupos en WhatsApp y Facebook para que puedas realizar trabajos en equipo y relacionarte con personas, tal como lo hicieras en una modalidad de estudios presencial. ¡Sabes que el networking es importante!
5. Motívate y diviértete
Tener metas a largo plazo, está bien, pero tenerlas a siglos de distancia, no hace más que hacerte sentir un poco enfrascado. Dicen: pequeñas acciones, grandes logros. ¡Prueba hacerlo!
Si divides tu meta en pequeños pasos, será más fácil ver resultados, medir los avances y motivarte por lograrlo. Si tienes que leer tres capítulos de tu libro, proponte leer la mitad hasta una hora determinada y cuando lo hagas, prémiate cambiando de actividad: puedes tomar un respiro, escuchar música, comer un snack o jugar con tu mascota y volver a tus estudios.
Estudiando a distancia, tú eliges tu forma y tu ritmo de aprendizaje. Puedes hacerlo cuándo y dónde quieras, sin olvidar la responsabilidad y disciplina que conlleva.
Ya tienes contigo algunos consejos para hacer realidad uno de tus sueños. ¿Te animas a ponerlos en práctica y alcanzar tu máximo potencial?