Desde su nacimiento, la persona necesita ser educada para caminar, vestirse, alimentarse, entre otras acciones. De ahí que resida el carácter educable del ser humano. La educación es algo innato, que permite a la persona buscar su papel dentro del mundo y proyectarse hacia donde quiere ir. Quien educa a la persona es la familia, la sociedad, la cultura, los docentes y todo lo que lo rodea, pero lo más importante es el deseo de trascender y superarse que tenga cada individuo para llegar a la visión que se ha planteado.
La educación y el educador, tienen en su sustento la construcción de un mundo mejor, en nutrir, en cuidar, en poner atención a aquello que sale de una persona y va hacia la perfección. El maestro no es aquel que lo sabe todo, por el contrario, sabe reconocer sus faltas y aprende junto con el estudiante, pues, la educación es un hecho recíproco que permite trabajar en comunidad y reconocer las capacidades del otro. El buen docente, es aquel que guía, modera y despierta en sus estudiantes la sed de buscar la verdad. agario
No sirve que el docente haga memorizar y recordar a los estudiantes, debe plantear retos para que el alumno descubra su potencial, investigue y aprenda de forma autónoma, pero ese apredizaje debe ser significativo y contribuir a su humanización y su desarrollo cultural. El docente, debe trabajar por crear felicidad, fortalecer la responsabilidad, lograr respeto mutuo, generar afecto y conseguir que sus alumnos tengan todas las virtudes que forjan su desarrollo personal.
En el ámbito universitario, Juana Sánchez, docente de Filosofía, de la Universidad Autónoma de Madrid, reconoce 5 tips que se debe tomar en cuenta para educar en una universidad:
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Se enseña para la vida y no para las aulas, es decir, la educación debe ser teórica, pero al mismo tiempo orientada al vivir y al comportamiento del ser humano.
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La educación universitaria requiere profundizar, pero también evaluarse constantemente bajo un modelo que permita al estudiante tener un criterio abierto y trascendente.
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Somos seres finitos abiertos al infinito, ya que el estudiante debe estar abierto a la trascendencia y su horizonte debe ser el cielo.
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Tener una educación solidaria, en la que seamos ciudadanos del mundo y nos compadescamos de los sufrimientos de las demás personas.
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Ser universitario significa, ser capaz de crear comunidad, tener un proyecto de vida en el que lo humano y lo trascendente tengan mucha importancia en el vivir del docente y el alumno.agario unblocked
Este y otros temas, son parte del curso "Enseñar versus formar", que se realiza del 30 al 3 de febrero, de 9:00 a 12:00, en el auditorio Marcelino Champagnat, y es impartido por Juana Sánchez-Gey, docente de la Universidad Autónoma de Madrid.