¿Te has puesto a pensar que un gran porcentaje de nuestra vida transcurre mientras nos desenvolvemos laboralmente? El trabajo nos permite el desarrollo profesional y económico y constituye una meta a alcanzar en nuestros planes personales, pero, ¿si pasamos gran parte de nuestro día en el trabajo y jornadas con excesos o actividades bajo presión puede tener efectos en nuestra salud?

El estrés laboral es el único riesgo ocupacional capaz de afectar al 100% de la población.

Organización Mundial de la Salud (OMS)

México es uno de los países con mayor estrés laboral: el 25% de los 75 mil infartos registrados al año tienen como causa al estrés producido por las jornadas de trabajo excesivo, pues el estrés laboral se produce por largas jornadas de trabajo, mala relación con los compañeros, exposición a situaciones conflictivas y ocasiona deterioro en la salud física y mental. Entre los signos más visibles de este tipo de estrés están el cansancio físico, la fatiga, la falta de energía, la dificultad para concentrarse, alteraciones del sueño (insomnio e hipersomnia), tristeza e irritabilidad

Estos signos se acentúan debido a los métodos laborales de la actualidad ya que estamos expuestos a pantallas de computador, luces, interacción con el móvil, poco tiempo para practicar actividad física y mala alimentación.

Francisco Díaz Bretones, profesor titular de la Universidad Granada en España experto enfocado en salud y bienestar en las organizaciones y salud mental en el trabajo, quien visitó la UTPL por invitación del Observatorio de Drogas y Salud Mental, de la carrera de Psicología Clínica, durante la conferencia dictada a los trabajadores y docentes de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) sobre estrés laboral, compartió las siguientes recomendaciones para disminuir los efectos que produce el estrés:

Para los colaboradores

• Adaptarse a los cambios tecnológicos y aprender cómo emplearlos en el lugar de trabajo para que esto no genere tensión en la persona.
• Hacer actividades lúdicas fuera de la jornada laboral como fuente de distracción.
• Aprender técnicas para el manejo del estrés, como meditación relajación progresiva y focalización. Así  se aprenderá a detectar cuando un colaborador está nervioso y tomar medidas para disminuir la tensión.
• Hacer una pausa a media mañana y otra a media tarde.
• Concentrarse en las tareas logradas y no en las pendientes, focalizarse en los objetivos cumplidos.
• Evitar remitir y contestar correos electrónicos fuera de la jornada laboral.

Para los empleadores

• Implementar horarios flexibles para que el trabajador pueda cumplir con situaciones personales y familiares.
• Respetar el espacio del almuerzo: un pequeño paréntesis en el día donde uno puede distenderse y poner la atención en temas distintos a los laborales.
• Respetar el tiempo de descanso, los fines de semana y feriados.

El experto español considera que mientras menos estresada esté una persona puede tener un mejor rendimiento en el trabajo. Por eso considera que establecer medidas antiestrés en los sitios de trabajo hace que ambas partes, empresa y trabajador, obtengan beneficios en el rendimiento y un incremento en la producción laboral.

Ser un trabajador en el siglo XXI conlleva preparación académica, experiencia, adaptación tecnológica y deseos de superación para contribuir positivamente al cambio social. ¡Asume con optimismo los retos laborales y no te rindas ante las adversidades!