Energía sostenible en Ecuador

¿Cuáles son los retos energéticos para Ecuador en 2020?

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Ecuador cuenta con una gran cantidad de recursos hídricos que son fuente de vida y contribuyen a la producción agrícola y de energía eléctrica. Por eso, usar eficientemente este recurso contribuye a la generación de una medida de largo plazo para cuidar no solo el agua sino también el medio ambiente y reducir las emisiones de Dióxido de Carbono (CO2).

En este ámbito, la planificación sostenible debe abarcar distintos aspectos, entre estos, el de la producción de energía, la cual es vital para el uso de tecnologías, producción empresarial, etc. Para esto debe existir una estrategia que fomente el uso eficiente de la energía bajo el concepto de que, consumirla de manera eficiente, no significa reducir las prestaciones o la productividad sino mantener o mejorar las condiciones para reducir la cantidad de energía involucrada.

En este contexto, en 2016 se presentó en Ecuador el Plan Nacional de Eficiencia Energética 2016-2035 (PLANEE) que fue aprobado por la Asamblea Nacional en abril de 2019 para fomentar la sustitución de combustibles y fuentes de energía con alto impacto ambiental por otros con bajo o nulo contenido de carbono, incluyendo fuentes de energía renovable.

 

¿Cuál es el reto?

Fernando Dávila Vargas es coordinador de la Maestría de Gestión de Sistemas Energéticos en Edificaciones de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), y experto en sistemas energéticos. Él asegura que, al existir en el país esta normativa, el principal reto es hacerla efectiva y que las entidades encargadas hagan cumplir los preceptos establecidos.

El especialista explica que además del PLANEE, en el país existe normativa que no se ha aplicado como la Ley Orgánica de Eficiencia Energética y el Plan Nacional de Desarrollo “Toda una vida”, en las que se reconoce el derecho de la población a vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado que garantice la sostenibilidad y el buen vivir.

Por lo tanto, corresponde al Estado ecuatoriano con el apoyo social individual y colectivo promover el uso de energías limpias y alternativas no contaminantes y/o de bajo impacto. Se debe impulsar el uso eficiente de la energía en todas sus formas, incrementar la seguridad energética, construir una cultura de sustentabilidad y eficiencia energética, aportar a la mitigación del cambio climático y garantizar el derecho de las personas a tomar decisiones informadas.

 

¿Qué implica el PLANEE?

Este plan otorga la potestad, a los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) de todo el país, de implementar acciones y medidas necesarias en el campo de sus competencias y atribuciones, a fin de que las normas, reglamentos y disposiciones en el ámbito energético sean aplicadas. Es decir que, los GAD tienen la obligación de emitir políticas y normativas orientadas a una producción sostenible, puntualmente en uno de los ejes de este plan: el Residencial, Comercial y de Servicios Públicos, que actualmente representa el 12% de consumo de energía a escala nacional. Esta intervención de los GAD debe enfocarse en el incentivo para construir edificaciones del sector comercial e industrial con metas de eficiencia energética que sean de cumplimiento obligatorio.

Además, deben promover iniciativas que van desde la creación de políticas públicas para que en los próximos años se exija a los constructores elaborar edificaciones que cuenten con un sistema eléctrico que signifique un ahorro en el consumo e impacto ambiental.

El PLANEE también da la potestad para que las universidades fomenten investigaciones, aplicaciones, metodologías y procedimientos para presentarlos a los GAD y que estos tomen decisiones que vayan en beneficio de la planificación construcciones en las que se priorice el ahorro de consumo energético.

 

Aporte profesional

El PLANEE tiene como finalidad incrementar el uso eficiente de energía en edificaciones residenciales, comerciales y públicas, contando con una normativa que regule criterios de habitabilidad con el fin de que en 2035 el consumo de energía en este sector se reduzca en 88,8 millones de barriles de petróleo.

Fernando Dávila expresa que se busca reducir el consumo y demanda energética, pero sin disminuir el confort de las personas. Por eso destaca que la iniciativa de la UTPL, al ofertar la Maestría en Gestión de Sistemas Energéticos en Edificaciones es formar profesionales para optimizar la inversión de recursos en la provisión de energía, lo cual aportará a la reducción de la huella ecológica y a la protección del medio ambiente.

Esta es la primera maestría del país en el campo de la Ingeniería Industrial y la Construcción, que se dicta en modalidad a distancia y se trabaja con base en los requerimientos que tiene en el país en el sector energético. Si estudias este programa, dentro de un año de formación, serías capaz de diagnosticar, evaluar, asesorar y proponer soluciones tanto en el sector privado como público.

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