Como prevenir la violencia intrafamiliar

¿Cómo prevenir la violencia intrafamiliar?

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Una situación que lamenta Ecuador es sin duda la existencia de actos violentos en el núcleo familiar. Según los índices referenciales del Ministerio del Interior, hasta junio de 2017 se receptaron 24 376 denuncias por violencia intrafamiliar, de las cuales 21 453 fueron de mujeres y 2923 de hombres; es decir, el 88% de mujeres en el país son maltratadas en sus hogares por sus cónyuges.

Christauria Welland, miembro del Comité de Asesores de la Association of Domestic Violence Intervention Programs de los Estados Unidos, plantea que la base de la prevención de la violencia intrafamiliar es una relación sana, fundamentada en nueve principios. Este planteamiento que fue abordado bajo el tema: “Violencia familiar: prevención e intervención” en una conferencia organizada por el Instituto Latinoamericano de la Familia (ILFAM) y la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL):

La casa del abuso

Al hablar de violencia intrafamiliar surge el término “la casa del abuso”, referida al poder y control de las víctimas. Welland explica que esta frase comprende el abuso físico, sexual, emocional, económico, patrimonial o de religión; el aislamiento social; la intimidación; el machismo y el abuso infantil, que están presentes en todos los estratos sociales y en el mundo entero.

Así lo corroboran las estimaciones mundiales y regionales de la violencia contra la mujer presentadas en la conferencia del ILFAM y la UTPL, que señalan que el 35% de las mujeres del mundo entero han sido víctimas de violencia física y/o sexual por parte de su pareja o personas distintas. En su mayor parte se trata de casos de violencia conyugal.

"Un dato alarmante es que el 38% de homicidios femeninos en el mundo se debe a la violencia conyugal".

- Christauria Welland

La violencia en Ecuador

En el estudio de “La violencia de género contra las mujeres en el Ecuador”, desarrollado por los investigadores Gloria Camacho, Carlos Larrea y Cynthia Mendoza en el 2014, se enfatiza que si bien la situación de las mujeres en el país se ha modificado de forma sustancial en aspectos como: derechos individuales, acceso a la educación formal, trabajo remunerado y acceso a espacios públicos antes vedados para ellas; la violencia de la pareja continúa siendo una práctica arraigada. En este sentido, la interrogante que surge es: ¿por qué todos estos avances para las mujeres no han significado el fin de la violencia hacia ellas?

La respuesta que arroja este estudio es que se trata de un problema socio-cultural, que requiere de la acción de todos los actores estatales y de la sociedad civil para prevenirlo, atenderlo, sancionarlo y erradicarlo.

¿Qué podemos hacer para ayudar a las víctimas?

Welland señala que es un deber y responsabilidad de todos el ayudar y prevenir la violencia en la sociedad; para ello recomienda:

  • Nunca aceptar que la violencia es justificada.
  • Apoyar a la víctima cuando pide ayuda.
  • Comunicarse con la policía, si somos testigos de violencia.
  • Hablar con el agresor, si lo podemos hacer, sin poner en riesgo la propia vida o la de la pareja.
  • Abogar por las víctimas en la escuela, el trabajo, la iglesia y la comunidad.
  • Si has formado un hogar, se ejemplo de vida matrimonial, tranquila y cariñosa.

 

Combatir la violencia es un trabajo de todos. Hoy nuestro deber es erradicarla a través del amor.

Si te interesa profundizar sobre temas como éste, el Centro de Educación Continua UTPL te brinda la oportunidad de ser parte del Curso de Fundamentos de Pedagogía Familiar, el mismo que te permitirá mejorar tus conocimientos y aprender a dar respuesta a las múltiples preguntas que surgen en el proceso formativo de la familia y los hijos.

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