La educación superior como herramienta para transformar la vida de las mujeres rurales


Cada 31 de octubre celebramos el Día Mundial del Ahorro, una fecha que nació en 1924 durante el Primer Congreso del Ahorro en Milán, con el propósito de fomentar en todas las personas la importancia de guardar y planificar los recursos económicos. En Ecuador, según reportes del Banco Central, en 2025, un 83,2% de la población adulta tiene acceso a recursos financieros. Sin embargo, la necesidad de educación financiera sigue siendo un reto, pues conocer cómo funciona el interés compuesto, cómo afecta la inflación a los ingresos o cómo planificar un presupuesto personal son temas que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (INEF), aún resultan poco comprendidos por la ciudadanía.
Es por ello que las universidades tienen un papel clave tanto en formar profesionales en distintas áreas del conocimiento como ciudadanos capaces de administrar sus recursos, planificar metas y construir bienestar a largo plazo.
En el marco de esta conmemoración, Gloria Palacio Valdivieso, docente de la carrera de Finanzas de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), da a conocer su visión sobre la importancia del ahorro y la educación financiera en la formación universitaria.
“Todos los jóvenes y las personas en general debemos tener una correcta educación financiera”, afirma la docente.

Para ella, entender conceptos básicos como ahorro, inversión o presupuesto es una necesidad cotidiana, pues solo así podremos tomar decisiones responsables y planificar el futuro. Este tipo de educación debería empezar desde edades tempranas, pero también debe consolidarse en la universidad.
“Hoy en día, la educación financiera ya se ha incorporado en algunos niveles escolares, pero también es fundamental que continúe en la universidad, porque es el momento en que los jóvenes comienzan a manejar su propio dinero, a independizarse o a trabajar medio tiempo”, sostiene.
A lo largo de más de una década como docente, Gloria ha observado un cambio de hábitos financieros entre los estudiantes.
“Los jóvenes ya no ahorran mucho como antes; más bien viven el día. Gastan en sus necesidades, pero también en cosas que no son tan necesarias”. No obstante, aclara que no se puede generalizar. “Hay también quienes son conscientes y han desarrollado hábitos financieros saludables”.
La experta recomienda comenzar por lo más simple, como establecer metas claras y elaborar un presupuesto personal y comprender la diferencia entre necesidades y deseos.
Uno de los errores más comunes entre universitarios, dice Palacio, son los llamados “gastos hormiga”: pequeñas compras diarias como un café, un snack o un viaje en taxi que, acumuladas, pueden representar una cantidad significativa al final del mes.
“A veces los jóvenes no llevan un registro de sus ingresos y gastos, y cuando se dan cuenta, ya se han pasado del presupuesto y terminan pidiendo dinero prestado”, explica.
Para combatir estos hábitos, recomienda automatizar el ahorro y aprovechar las herramientas digitales disponibles.
“Hoy existen aplicaciones que ayudan a registrar los gastos y a separar automáticamente un monto para el ahorro. No importa la cantidad, lo importante es la constancia”, afirma.

Aunque muchos asocian las finanzas con bancos o números, Gloria insiste en que la educación financiera es, ante todo, una herramienta para vivir con menos estrés. Al aprender a manejar bien el dinero, reducimos la ansiedad y podemos planificar con más seguridad.
Además, sostiene que las finanzas personales deben verse como una competencia básica de la vida, tan importante como saber comunicarse o trabajar en equipo.
“Desde que empezamos a estudiar, hasta poner un negocio o emprender, todo está relacionado con el manejo del dinero. Por eso, todos los estudiantes, sin importar la carrera, deberían recibir formación en este tema”, puntualiza.
Desde la UTPL, la carrera de Finanzas impulsa talleres y espacios de capacitación abiertos a estudiantes de todas las carreras. Muchas de las veces estos espacios se ofrecen a través de Misiones Universitarias o mediante formación virtual con el fin de fomentar la cultura del ahorro y la planificación económica, pilares que, según la docente, son esenciales para construir una sociedad más sostenible y consciente.



