La creatividad humana frente a la tecnología e inteligencia artificial

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Cada trazo, pincelada, nota musical, fotografía o palabra escrita lleva implícita una historia, una emoción y, sobre todo, una identidad. El arte, en todas sus formas, es una expresión íntima de lo humano, un reflejo de nuestra sensibilidad y de nuestro tiempo. En el mes de abril, el mundo celebra el Día Mundial del Arte, una fecha que honra la capacidad expresiva y emocional del ser humano; sin embargo, se enfrenta a un nuevo y complejo adversario: el avance de la tecnología y con ello de la inteligencia artificial generativa.

Recientemente, OpenAI lanzó una funcionalidad que permite transformar fotografías en ilustraciones al estilo del reconocido Studio Ghibli. Aunque esta herramienta ha ganado popularidad, también ha generado críticas por parte de artistas y expertos que cuestionan la ética de replicar estilos distintivos sin autorización.

Hayao Miyazaki, cofundador de Studio Ghibli, expresó en 2016 su rechazo a la animación generada por IA, y la calificó como "un insulto a la vida misma", una postura que resurgió con fuerza tras la viralización de imágenes creadas por IA que imitan el estilo del estudio japonés, lo cual ha reavivado varios debates, uno de ellos trata sobre la autenticidad y el valor del arte hecho a mano.

Hayao Miyazaki, director de Studio Ghibli.

 

Este fenómeno no ha generado solo discusiones en Asia, el dabate fue llevado a redes sociales. También en Ecuador, académicos y creadores se preguntan hasta qué punto estas tecnologías enriquecen o empobrecen el proceso creativo.

En Loja, el docente e investigador Hernán Yaguana Romero, de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), ha explorado el uso de la IA en la creación audiovisual. Aunque reconoce su utilidad en ciertos procesos, enfatiza que no puede reemplazar la creatividad humana.

“La inteligencia artificial puede apoyar con efectos, transcripciones o referencias visuales, pero jamás reemplazará la chispa creativa que nace de una emoción, de una vivencia o de una convicción personal”, asegura.

Yaguana lideró el proyecto Demencia no, Amor sí, un cortometraje que combina experiencias cotidianas con elementos ficticios, mediante el uso de IA como herramienta complementaria.

Desde la mirada literaria, Mateo Guayasamín Mogrovejo, docente de Pedagogía de la Lengua y la Literatura de la UTPL, señala que la inteligencia artificial puede servir como un instrumento para estimular ideas, pero advierte sobre el riesgo de perder la voz propia del autor.

“La literatura es una forma de pensamiento humano profundo, no solo de redacción correcta. La IA puede escribir, pero no puede sentir ni imaginar como nosotros”, destaca Guayasamín.

La IA no sustituye al artista, sino que le proporciona nuevas formas de expresión.

 

El uso de esta tecnología en el arte plantea preocupaciones sobre la propiedad intelectual y la privacidad. Al cargar imágenes en plataformas como ChatGPT, los datos pueden ser almacenados y utilizados para entrenar modelos sin el consentimiento explícito de los creadores, lo que podría derivar en la reproducción de estilos artísticos sin reconocimiento ni compensación.

Desde la UTPL, docentes e investigadores como Yaguana y Guayasamín continúan explorando el uso responsable de la tecnología en las artes, sin perder de vista que, en el centro de toda obra, sigue latiendo el alma humana.

 

En la UTPL estamos comprometidos con la investigación y el conocimiento. ¡Sé parte de la comunidad de estudiantes más grande del Ecuador!

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