El siglo XXI trajo consigo la ola de la nueva tecnología y con ella una serie de cambios y avances transversales, impulsados por jóvenes entusiastas, curiosos y con determinación para descubrir lo inimaginable. Sin embargo, muchas veces olvidamos que han sido estas mismas cualidades las que han originado una fuerte tendencia en las personas a ser conscientes del mundo en el que viven, a valorarlo y protegerlo, motivando entonces el surgimiento de una conciencia social que se plasma en movimientos de activismo.
Conservación del medio ambiente, protección de animales y labor social para personas vulnerables, son tres de los ejes principales que se han despertado como tendencia de comportamiento en las personas.
Ser voluntario de una causa, además de fortalecer el humanismo de las personas -sus valores y principios-, representa la oportunidad de adquirir nuevas experiencias y de potenciar las propias habilidades y conocimientos. El voluntariado o labor social, constituye una de las respuestas más evidentes a ese objetivo universal de cambiar el mundo.
A continuación te detallamos brevemente tres iniciativas a las que puedes unirte, si tú también perteneces a este grupo de jóvenes con actitud a los que les mueve la conciencia social:
1. Voluntariado para la paz y el desarrollo
Si alguna entidad puede ser un referente en este tema, sabemos que es la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La ONU tiene el programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU), que a partir del 2015, reconoció que los voluntarios pueden contribuir activamente a la paz y al desarrollo del mundo a través de la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), para poner fin a la pobreza, luchar contra las desigualdades y la injusticia, y contrarrestar el cambio climático.
Este voluntariado refuerza el compromiso cívico, la inclusión social y la solidaridad, pero sobre todo te permite participar en el crecimiento de tu propia comunidad. Así que si eres flexible, te adaptas al cambio y tienes estabilidad emocional y sensibilidad cultural, ¡la ONU te está buscando!
2. Voluntariado para ayudar a personas vulnerables
Si lo que te mueve es la ayuda al prójimo, ¡la Misión Idente Ecuador (MIE) es tu lugar!
La MIE es una iniciativa del Instituto Id de Cristo Redentor, Misioneros y Misioneras Identes, y la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), que anualmente se desarrolla para servir y evangelizar en las comunidades más vulnerables del Ecuador, cubriendo las regiones Sierra, Costa y Oriente.
Este año la MIE se desarrollará del 8 al 16 de septiembre, periodo en el que los jóvenes participarán de actividades espirituales, académicas y técnicas, todas orientadas desde el humanismo de Cristo. Esta estancia les permite además palpar la realidad de las comunidades y detectar sus necesidades prioritarias, para así poder planificar e iniciar proyectos desde la universidad encaminados a solventar estos problemas.
Si eres un joven de entre 18 y 30 años, entusiasta y con un auténtico espíritu de fraternidad y amor al prójimo, únete a la MIE ingresando tus datos en el formulario de inscripción.
3. Voluntariado para acciones humanitarias
Otra organización que te permite ser parte de proyectos que buscan ayudar a la humanidad es la Cruz Roja Ecuatoriana.
El Movimiento de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, tiene presencia en 186 países alrededor del mundo y sus voluntarios brindan ayuda a personas en situaciones de conflicto, desastre, enfermedad y pobreza.
En la Cruz Roja también puedes ser donante de sangre voluntario, pero si tu anhelo es ayudar de una forma más permanente, puedes ser parte de su voluntariado y participar en alguno de sus pilares de intervención de acuerdo a tu expertise: cuidado ambiental; apoyo psicosocial; manejo de eventos adversos; doctrina y derecho internacional humanitario; salud en emergencias; prevención del uso indebido de drogas; seguridad operativa y diplomacia humanitaria; cultura de paz; derechos humanos y movilidad humana; promoción y prevención en salud; sexualidad; y, reducción de riesgos y desastres.
Ahora ya conoces al menos tres opciones para que puedas aprovechar al máximo esa conciencia social que predomina en ti.
Lo bueno de ser parte de un voluntariado es que, independientemente de cuál sea su nombre o misión, por lo general todos persiguen fines universales e inclusivos y representan un compromiso valiente con las personas y el planeta.
Cuando quieres ser parte del cambio, no importa el lugar ni la forma, solo tu actitud proactiva para inspirar a otros a transformar el mundo...
... y bueno, un poco de habilidad también.