La conservación de especies forestales es esencial para el futuro de la humanidad. Gracias a los bosques, los seres humanos tenemos oxígeno, alimento, vestimenta e, inclusive, salud. De igual forma, este aspecto es clave para el desarrollo social, económico y sostenible de la sociedad. En este sentido, es esencial impulsar acciones y estrategias para reducir el impacto de las actividades humanas sobre los recursos forestales, en coordinación con varios actores.
El estudio World’s Plants and Fungi 2020 determina que el 39,4% de las plantas del mundo se encuentran en peligro de extinción, es decir, que cuatro de cada 10 especies vegetales son amenazadas por diversos factores. En el caso de Ecuador, de las 18.000 especies documentadas, al menos 4500 especies endémicas están dentro de una categoría de amenaza.
El ahuano (Swietenia macrophylla) y las especies de cedro (Cedrela spp.), son especies amenazadas de alto valor comercial, cuyas poblaciones han disminuido en las últimas décadas debido a la deforestación y la tala selectiva. Estas especies se encuentran enlistadas en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), la cual constituye un acuerdo internacional concertado entre estados, cuyo objetivo es prevenir, mediante la aplicación de normas comunes, que el comercio internacional de especímenes de animales y plantas silvestres no constituya una amenaza para su supervivencia.
Este panorama motivó a Omar Cabrera, Fani Tinitana, Fabián Reyes, Ivonne González, Vladimir Morocho, Darío Cruz y Ángel Benítez, investigadores de la Universidad Técnica Particular de Loja, implementar el estudio “Muestreo diagnóstico de las poblaciones de ahuano y cedro en la provincia de Pastaza”, el cual se orienta a levantar información esencial para la toma de decisiones enfocadas en la conservación y manejo sostenible de especies amenazadas. Este estudio ha sido promovido desde el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica a través del Programa REM-Ecuador, cuyo financiamiento proviene de los Gobiernos de Alemania y Noruega.
El proyecto tiene una duración de un año, dando inició en febrero de 2023 y está previsto que concluya en enero de 2024. El estudio cuenta con una inversión de alrededor de $500 mil dólares y la participación de un equipo multidisciplinario de investigadores y profesionales de las instituciones participantes.
Ángel Benítez Chávez, director del proyecto y docente de la UTPL, resalta la importancia de realizar una investigación de las poblaciones de estas dos especies (ahuano y cedro), y conocer la percepción de las comunidades sobre el uso de estas especies en la provincia de Pastaza, en la Amazonía ecuatoriana.
“Un aspecto clave de este proyecto es la participación activa de los pobladores de la Amazonía, quienes son los principales beneficiarios al recibir toda la información, resultados y conocimientos del estudio. Esto les permitirá tomar decisiones que faciliten el desarrollo sostenible de las especies en conjunto con las comunidades y en concordancia con el respeto y la conservación de la biodiversidad”, explica Benítez.
En una segunda fase, se estudiará la percepción que tiene la población sobre los diferentes usos de las especies, para generar información que permita comprender cómo ha cambiado en conocimiento tradicional de estas dos especies a nivel de las comunidades amazónicas, desde el uso medicinal hasta el uso industrial.
Por otra parte, Darío Cruz Sarmiento, integrante del proyecto y responsable del componente molecular, señala que la próxima etapa se centrará en la realización de procesos de secuenciación genética, para identificar los cambios que han sufrido las especies al encontrarse en diferentes ambientes y entornos naturales. A partir de estos resultados, se identificarán las modificaciones genéticas que han enfrentado las plantas, durante su proceso de adaptación y evolución para sobrevivir.
En un tercer momento, se desarrollará la extracción de aceites esenciales de las plantas, para analizar las posibles aplicaciones, que resulten menos invasivas y permitan aprovechar de forma óptima todo el potencial de los árboles de cedro y ahuano, generando alternativas de negocios sustentables y de menor impacto ambiental. En este punto, se trabajará con el Centro de Innovación y Emprendimiento Prendho UTPL, para generar oportunidades de mercado. Así lo explica el investigador y docente de la UTPL, Vladimir Morocho Zaragocin.
Con esta iniciativa, la UTPL en alianza con el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica a través del Programa REM-Ecuador, busca aportar con soluciones que contribuyan a la conservación de especies amenazadas y fomenten el desarrollo socioeconómico y sostenible de diferentes poblaciones del país, a través de propuestas novedosas y transformadoras.