UTPL se consolida entre las 10 mejores universidades del Ecuador según el Times Higher Education 2025


Desde pequeño has escuchado hablar, infinidad de veces, sobre las características de las personas creativas, emprendedoras y exitosas. Pero, ¿cuántas veces te has puesto a pensar sobre las características que identifican a una persona que estudia a distancia? Casi nunca, ¿verdad?
¡Vamos a romper esquemas! Estudiar a distancia es un llamado directo a las personas que, como tú o como yo, queremos hacer de nuestra pasión una profesión, sin dejar de lado esos aspectos fundamentales de la vida que nos hacen ser quienes somos: familia, amigos, sueños, hobbies, proyectos personales, viajes, trabajo… En realidad, son la vida en sí misma. Pero compaginar todo de forma armoniosa, requiere pasión y compromiso, además de unas cuantas características -innatas o adquiridas- que nos permiten asumir con éxito este reto.
Recorramos entonces el ADN de un estudiante a distancia. Si aún no eres parte de este grupo de personas, pero en el trascurso de las siguientes líneas sientes que estamos hablando de ti, no esperes más… ¡sabes a donde perteneces!
Estudiar a distancia requiere tres factores clave: visión, pasión y acción; cada uno complementario al otro, en un engranaje perfecto. Quien decide estudiar desde esta modalidad, reconoce sus objetivos con claridad, y la pasión que siente por alcanzarlos, lo mueve a no quedarse como espectador sino a dar un paso más para ser actor de su propia formación.
Desde esta perspectiva, apuestas por el aprendizaje continuo, por aprovechar todos los recursos que están a tu alcance -ya sea porque el docente te los facilitó o porque el maravilloso mundo del Internet los puso frente a ti-, y por involucrarte de forma proactiva e ingeniosa en los temas que te interesan.

Cuando estudias a distancia y a la vez cumples otras obligaciones, ser disciplinado y saber organizar tu tiempo es un requisito indispensable. Al no tener la “presión” de que tienes que asistir todos los días a clase o debes presentar trabajos individuales y grupales, está en ti crear un método y hábito de estudio que te permita adquirir los conocimientos de forma permanente y evaluar tus avances de la misma manera.
Si bien es difícil creer que “existe tiempo para todo” y hasta puede llegar a sonar trillado, la verdad es sí. Existe tiempo para todo. Solo es cuestión de que identifiques prioridades y aquellos aspectos menos relevantes los puedas atender el fin de semana. Al final de cada día comprendes que la dedicación y el sacrificio que realizas, te llevará dentro de poco a alcanzar tu sueño, mientras disfrutas el recorrido con algunas cosas positivas de estudiar a distancia.

Las nuevas tecnologías hicieron posible que nuestras realidades se interconecten. Lo que sucede aquí, en el último rincón del Ecuador, es global. Cuando estudias a distancia, no puedes obviar esta ventaja que el siglo XXI te regala sin esperar nada a cambio.
Vas al ritmo del mundo, eres flexible al cambio, evolucionas y te adaptas a las nuevas tendencias para liderar. Sabes que sumergirte en la web y hacer uso efectivo de las nuevas herramientas tecnológicas como chats o foros virtuales y aprovechar esas apps geniales que ahora lo ponen todo más a nuestro alcance (¡gracias geeks por siempre sorprendernos!), dejó de ser una opción para convertirse en una necesidad expresa de la educación a distancia. Son el medio idóneo para descubrir y construir el conocimiento desde el lugar en el que te encuentras.

Para no morir en el intento y lograr un equilibrio perfecto entre tu vida, el trabajo, la familia y los estudios, una actitud positiva siempre es necesaria para combatir el estrés, la ansiedad y la frustración que muchas veces llegan a tocar nuestra puerta cuando estamos trabajando arduamente y nos agotamos. Tú sabes a qué nos referimos: ver el vaso medio lleno.
Esta postura es la que te permite mantener la motivación y ser perseverante hasta ver tu objetivo hecho realidad. Arriésgate a experimentar, equivocarte, aprender, crear y repetirlo. Las mejores cosas están al otro lado del miedo y la satisfacción del deber cumplido viene cuando superas obstáculos, pero sobre todo, cuando te superas a ti mismo.

A pesar de que no te encuentras en un aula física, puedes compartir ideas, debatir conceptos o teorías y construir proyectos e iniciativas con tus docentes y compañeros de materia. Hoy existen tantas personas y empresas que apuestan por el trabajo colaborativo desde diversos puntos del globo terráqueo y los resultados son asombrosos, fruto de una diversidad de talentos y culturas que se conectan para enriquecer un trabajo que pudo haber sido soso, con solo una perspectiva.
De ti depende expresar tus dudas y manifestar tus puntos de vista. Lo ideal es que el proceso de enseñanza-aprendizaje a distancia se desarrolle bajo estándares de una comunicación bidireccional. Plantea y sugiere alternativas a tus docentes para mejorar tu experiencia de aprendizaje. ¡Una escucha activa es posible con una comunicación activa!

Plutarco dijo: “La mente no necesita ser rellenada, necesita más bien una chispa que la encienda”. Cuando estudias a distancia, lo más mágico que puede suceder, es que tu docente te guíe y te diga hacia dónde ver, para que tu interés se despierte y quieras descubrir el mundo por ti mismo.
Reducirte a una teoría es conformarte y construir un muro que no te permite observar los detalles o la otra cara de la moneda. Crear límites o barreras, no es lo tuyo, porque eres curioso por la vida y quieres realizar un proceso de inmersión profundo en aquello que te apasiona.

Si llegaste hasta aquí es porque te atreviste a romper esquemas y descubrir un tema que no es abordado con frecuencia. Entonces cumples con la sexta característica de una persona que estudia a distancia y es capaz de profundizar en lo desconocido para desarrollar una autonomía responsable en su aprendizaje.
El tiempo no espera por nadie. ¡Atrévete hoy a demostrarle al mundo que eres de las personas que con valentía decidieron perseguir uno de sus sueños sin excluir otros o dejar su vida de lado!



