El término inclusión educativa nació a mediados de los años 90 con el fin de que las instituciones educativas erradiquen la desigualdad e injusticia social de los estudiantes con necesidades educativas especiales (NEE). Estas necesidades se identificaron en alumnos que presentan grados de dificultad mayores, al momento de aprender, en relación al resto de su clase, al cursar el currículo regular de los aprendizajes comunes en su edad, entre otros.

Quienes pertenecen a este grupo tienen las siguientes necesidades:

• Sensoriales o físicas: discapacidad auditiva, visual o motriz.
• Discapacidad intelectual o cognitiva: limitación en las habilidades cerebrales.
• Trastornos mentales: problemas de conducta o de comunicación.
• Dificultades de relacionamiento: sociales o emocionales.
• Entorno en el hogar: situación sociofamiliar disfuncional.

En ese contexto, el rol del psicopedagogo resulta fundamental para promover la inclusión educativa, ya que contribuye a superar este tipo de dificultades y problemas de educación por medio del diagnóstico, evaluación y acompañamiento. Asimismo, los padres de familia representan un papel primordial en la educación de sus hijos, ya que apoyan a su desarrollo fomentando la inclusión desde el hogar y eligiendo especialista en el tema, como es el caso de los psicopedagogos que apoyan durante el proceso de aprendizaje.

Fabiola Ludeña, docente investigador de la carrera de Psicopedagogía de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), comenta que es importante tomar en cuenta las siguientes recomendaciones para fomentar la inclusión educativa desde los entornos familiares y educativos:

1. La familia:

• La inclusión comienza en casa: es necesario que las tareas del hogar sean compartidas por todos sus miembros según la edad y capacidades. Se deben evitar estigmas de género con frases como “esto es para niñas” o “esto para niños”, respetando las diferencias individuales en los procesos de aprendizaje.
• Buscar los apoyos necesarios: los padres de familia pueden optar por conseguir ayuda externa, la cual puede ser brindada por psicopedagogos; con el objetivo de asegurar el desarrollo de las capacidades del estudiante, incrementar su autonomía, participación en la vida social y el alcance de metas personales.

2. La escuela

• Fomentar la inclusión dentro del aula: los psicopedagogos serán los especialistas encargados de diagnosticar al estudiante y tener claro el trabajo que necesita realizar para promover la diversidad e inclusión educativa entre sus compañeros. Asimismo, son los responsables de aplicar metodologías dinámicas y participativas como juegos interactivos o trabajos grupales con el fin de fomentar el trabajo en equipo y la cooperación.
• Un espacio educativo adecuado: es imprescindible elegir a escuelas y aulas inclusivas que tengan diseños universales de aprendizaje interdisciplinario con la finalidad de promover el desarrollo de las competencias sociales y emocionales básicas con la compañía de un experto en inclusión. 

De esta manera, Ludeña enfatiza en que los profesionales en formación de la carrera de Psicopedagogía, en la UTPL desarrollan destrezas y habilidades que permiten la evaluación, a nivel personal o grupal, además de ayudar a cubrir las necesidades de aprendizaje con el fin de establecer métodos, instrumentos y técnicas apropiadas. 

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