Hay muchos tipos de test de inteligencia y cada uno utiliza una definición propia que equivale a una medición del coeficiente intelectual y de habilidades cognitivas.
En la carrera de Psicología te enseñan a usar éticamente el Test de Raven, uno de muchos ejemplos de test. ¡Pero hay que saber interpretarlo bien! El test explica la proyección de cada uno frente a actividades o problemas que podamos resolver. Se trata de una escala que mide parámetros aplicados a resolución de problemas dentro de un marco académico occidental.
El objetivo del test es medir la capacidad intelectual por medio de la comparación de formas geométricas en matrices y el razonamiento por analogías. No importa el grado cultural ya que es un test evaluado a través de formas ni tampoco el nivel verbal, eso quiere decir que lo pueden tomar personas con discapacidad auditiva o de habla. Estos son los pasos que debes seguir para aplicar el Test de Raven:
1. Conoce los parámetros para realizar el test
La aplicación del test puede ser individual o grupal (grupos pequeños) y suele durar entre 40 y 60 minutos aproximadamente. El paciente puede ser menor de edad, por el cuál se adaptan con colores las matrices o ya adolescente o adulto, aplicado de igual forma en los dos grupos de edad.
2. Prepara todo el material
El test contiene un manual de los procesos, un cuadernillo con series de matrices con diversas formas geométricas de dificultad y un protocolo de respuestas. Existen 3 tipos de matrices:
- Escala General: con 5 series (A, B, C, D, E) de 12 elementos, a pacientes de entre 12 y 65 años. Las matrices aparecen de poca a mucha complejidad y en blanco y negro.
- Matrices Progresivas en Color: con 3 series (A, Ab, B) de 12 elementos, a pacientes de entre 5 y 11 años, ancianos o discapacitados mentales. Las series A y B son iguales que en la Escala General pero con color y la serie Ab se introduce entre ambas.
- Matrices Progresivas Avanzadas: con 48 ítems presentados en dos conjuntos, uno de 12 y otra de 36, a pacientes adultos y adolescentes catalogados con una inteligencia superior a la media. La matriz se presenta de menos a más complejidad y en blanco y negro.
Asegúrate de que dispones del tiempo y del ambiente adecuado para que tu paciente haga el test tranquilo y concentrado.
3. Acompaña tu paciente a lo largo del proceso
La persona que practica el test debe empezar por la primera matriz y completar o deducir la forma geométrica que falta. Como psicólogo evaluarás sus respuestas y la concordancia con el test de evaluación.
En el material proporcionado, ya existe un sistema de evaluación. Se valora por medio del grado de error (leve, medio o alto) según parámetros establecidos, por medio de repeticiones y por medio del método o estrategia que siguió la persona que realizaba el test.
4. Concluye una evaluación global e integral
Conforme los parámetros que te marca el protocolo de respuestas y el comportamiento del paciente a la hora de relacionar las formas geométricas y las analogías, podrás resolver sus capacidades. Es importante tener un background de la historia médica y de su conductas para completar mejor una conclusión.
El test de Raven se emplea sobretodo en el mundo educativo, pero también en centros de investigación psicológica, sociológica y antropológica, en la selección de personal e incluso en la selección de cuadros militares. Para el paciente, el test de Raven es amigable porque es fácil, dinámico, poco intrusivo y económico. Prioriza una visión unitaria de la inteligencia, y como propuso su creador, no se utiliza como un ejercicio definitorio de la inteligencia de una persona.
Como psicólogo, el test será útil para poder medir las capacidades de razonamiento lógico y abstracto, resolución de problemas y pensamiento crítico. Así se obtiene una información sobre el funcionamiento cognitivo del paciente que nos puede ser útil para dar explicación a ciertas conductas.
Si el estudio del comportamiento humano es tu pasión, la Psicología puede ser lo tuyo. ¡Estudia a distancia hoy la carrera que puede construir el futuro que sueñas!