A raíz de la pandemia por el covid-19, uno de los sectores que se vio más afectado fue el ámbito educativo, sin embargo, también fue uno de los que más se transformó, nada de esto habría sido posible sin la tecnología. El cambio de las aulas físicas por los entornos virtuales fomentó el desarrollo de aspectos, como la teleeducación, el aprendizaje virtual, y la generación de nuevos conocimientos.
En este contexto, surgieron novedades como la telepresencia, una tecnología que puede definirse como aquella innovación que permite “teletransportar” a una persona de un espacio o lugar físico a otro, a través de sistemas de telecomunicaciones y redes de internet que simulan su presencia en el punto de destino, pero de forma virtual.
Ante un escenario donde todavía es vital mantener el distanciamiento social, la telepresencia se presenta como una oportunidad para que los estudiantes puedan continuar su proceso de aprendizaje a distancia sin sentirse solos.
Según expertos en educación, el éxito del proceso de aprendizaje depende, en gran medida, del intercambio de conocimientos y experiencias entre los grupos de clase, de esta forma, las alternativas tecnológicas ofrecen la posibilidad de desarrollar diferentes actividades limitando el contacto físico, pero amplificando los canales de interacción.
Bajo esta premisa, la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) lleva varios años desarrollando innovaciones y propuestas encaminadas a la implementación de las tecnologías inmersivas en el plano educativo universitario.
A través de la iniciativa “Realidad X, una mirada a la educación del futuro”, la UTPL empezó a explorar el potencial de las tecnologías inmersivas, como laboratorios remotos, realidad virtual y aumentada, dentro del proceso de aprendizaje, y luego de varios años de esfuerzos institucionales, en 2021 la universidad a través de su laboratorio XRLab presentó su más reciente innovación: la telepresencia a través de hologramas, ampliando así, las posibilidades de interacción entre la comunidad educativa que reside en diversas zonas del país y el campus de la universidad en Loja.
A escala global, se habla de la telepresencialidad como el “siguiente nivel” de la videoconferencia. Sin embargo, su potencial y ventajas van mucho más allá. A continuación, detallamos algunas de las ventajas que ofrece esta novedad tecnológica para el campo educativo:
La telepresencialidad favorece una comunicación más integral. En el ámbito virtual, el intercambio se ve limitado en muchas ocasiones por la falta de gestualidad y visualización de las expresiones, sin embargo, Por medio de hologramas, se abarca de mejor forma el aspecto verbal y gestual de los actores de la comunicación, lo que hace que esto sea más eficaz.
En lugares y contextos, donde la presencialidad se ve limitada por cuestiones médicas, geográficas, temporales y de capacidad, la telepresencialidad se convierte en un aliado clave para que el proceso de aprendizaje y enseñanza se mantenga sin interrupciones. La sesión educativa o clase puede desarrollarse en cualquier momento y lugar.
La telepresencialidad permite garantizar un alto nivel de efectividad en el proceso de enseñanza-aprendizaje, debido a que logra combinar con éxito elementos del entorno virtual y presencial, brindando una experiencia enriquecedora a los estudiantes. Además, el uso de esta tecnología permite reducir costos en temas de materiales, desplazamiento y otros gastos que pueden surgir.
Para que el aprendizaje tenga un resultado efectivo, es vital que el estudiante cuente con algunas habilidades. En este sentido, la telepresencialidad permite desarrollar varios aspectos, como el dominio de las nuevas tecnologías y de las herramientas educativas, así como comprender las nuevas dinámicas de interacción en el entorno educativo virtual.
Britanny Salazar Aguilar, estudiante de la carrera de Pedagogía de los idiomas Nacionales y Extranjeros, indicó que los contenidos tratados en la clase con telepresencia fueron abordados con una metodología que les permitió comprender los contenidos de forma dinámica e interactiva.
Jorge Guamán Jaramillo, coordinador de proyectos educativos tecnológicos UTPL menciona que el uso de esta tecnología abre muchas posibilidades de compartir e intercambiar conocimientos con expertos de otras universidades para fortalecer el conocimiento de la cultura y mejorar el aprendizaje.
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